El colapso climático es inminente, pero parece que China no le quiere dar importancia. La Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad (COP15) se celebrará en diciembre en Montreal (Canadá). Originalmente, el acontecimiento donde la comunidad internacional intentará poner fin a la destrucción del medio ambiente se tenía que hacer en China en 2020, pero se ha ido aplazando a consecuencia de la política covid cero del gobierno de Xi Jinping. Con todo, el gigante asiático sigue presidiendo la conferencia, y es el encargado de hacer la lista de invitados. Según ha informado The Guardian, es posible que la conferencia no cuente con la asistencia de ningún líder mundial, como sería normal en actos de tanta relevancia, porque China solamente ha invitado ministros y dirigentes de oenegés. Ni siquiera se espera el mismo Xi.
China veta a los líderes mundiales
Las conferencias de las Naciones Unidas sobre el clima son acontecimientos donde los líderes de todo el mundo, además de activistas e influencers, acuden para ser vistos y escuchados. En la COP27 que se celebra en Egipto el mes que viene, se esperan 90 jefes de gobierno. A medida que pasa el tiempo y los efectos de la crisis climática se van haciendo más evidentes, estos acontecimientos son clave para alcanzar compromisos de conservación del medio ambiente a escala mundial. Ante la falta de invitaciones provenientes de Pekín para la conferencia sobre biodiversidad, algunos mandatarios habrían pedido de manera privada poder asistir. Sin embargo, parece que el gobierno chino está haciendo un ejercicio de malabarismo para intentar quedarle importancia al acontecimiento, ya que el presidente Xi no irá. De la misma manera, cualquier intento por parte del Canadá de organizar una cita alternativa, podría desencadenar una crisis diplomática. Así, los líderes mundiales tendrán que autoinvitarse si quieren asistir, asegura una fuente del rotativo mencionado.
"Insatisfechos" con "las falsas soluciones"
El acuerdo de mínimos obtenido en la última COP26 en Glasgow no satisface las demandas de expertos y activistas del medio ambiente. Las ONG se mostraron "insatisfechas" con los resultados obtenidos después de dos semanas de negociaciones y valoraron los resultados negativamente. "Faltos de ambición", "sumisos" o de "descontento general", son algunas de las opiniones que reflejan el desánimo generalizado. Para Amigos de la Tierra, la falta de justicia climática de la cumbre de Glasgow "aleja el hito de limitar el incremento de las temperaturas global a 1,5 °C" y "perjudica todavía más los países del sur global". Además, acusaron a los países más contaminantes de "presionar para impedir avanzar en la eliminación de los combustibles fósiles para abrir la puerta en las falsas soluciones". A su vez, Greenpeace, tildó el acuerdo de "sumiso y débil" y, con el hito de mantener el incremento de temperatura global a finales de siglo en 1,5 °C, "casi muerto".