El debate sobre el aumento de la inversión en defensa ha situado España en una |encrucijada tanto en el ámbito interno como externo. Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no fija plazos pero se muestra dispuesto a gastar más ante el Congreso de los Diputados, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirma que España "quiere llegar al 2% este verano", refiriéndose al porcentaje del PIB destinado al gasto militar. El recordatorio del líder de la Alianza Atlántica lanzado desde Varsovia choca con la visión antibelicista de algunos de los socios de los socialistas en la cámara baja. En medio de esta tesitura, el exmandatario neerlandés ha vuelto a recordar que si no se cumplen los compromisos, podría intervenir "un hombre muy paciente de Washington", en una clara alusión al presidente norteamericano Donald Trump.

Desde su llegada al escalafón más alto de la OTAN, Rutte ha insistido una vez y otra sobre la necesidad aumentar el gasto defiende de los países miembros de la organización. Más todavía cuando la amenaza desde el lado ruso asola a Europa e incrementa el temor de las naciones occidentales de verse en medio de una guerra, si Putin así lo decide. En este contexto, el neerlandés pide un compromiso inmediato mientras Sánchez reitera la intención de alcanzar el famoso 2% antes del 2029, pero sin especificar una fecha concreta para este objetivo. Esta discrepancia ha generado tensiones en un momento en que la Alianza Atlántica presiona a sus miembros para incrementar la inversión militar.

Las advertencias de Rutte han despertado la respuesta de la Moncloa. Según fuentes gubernamentales citadas por El País, Sánchez comunicó al secretario general de la OTAN que efectivamente España "intentará acercarse el máximo posible al 2% en verano", pero que eso dependerá del porcentaje final del PIB en gasto militar con el que se cierre el ejercicio de 2024. Además, el gabinete socialista ha expresado sorpresa por las declaraciones del secretario general de la Alianza Atlántica, considerándolas "inapropiadas", y ha solicitado aclaraciones al respecto.

Un Congreso dividido

La falta de apoyos parlamentarios en el Congreso para incrementar la inversión en defensa es evidente, con divisiones incluso dentro del ejecutivo. Mientras el PSOE defiende el aumento del gasto militar alineándose con los compromisos europeos, sus socios de Sumar y otros partidos de investidura muestran reticencias. Actualmente, España destina un 1,28% del PIB en defensa, situándose en la cola de los miembros de la OTAN en este aspecto. Alcanzar el 2% este verano supondría destinar aproximadamente 31.832 millones de euros, una cifra que se considera inviable con los presupuestos actuales. Las cifras hacen pensar que el debate se intensificará en la próxima cumbre de la Alianza Atlántica que se celebrará en junio en La Haya, donde España tendrá que clarificar su posición y compromisos en materia de defensa.