México escribe un nuevo capítulo de su historia y ya tiene oficialmente su primera mujer presidenta, Claudia Sheinbaum. La ganadora de las últimas elecciones y candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha tomado posesión en un acto multitudinario en la ciudad de México. Entre todos los asistentes hay una ausencia evidente, la del rey Felipe VI, que ha abierto una brecha en las relaciones diplomáticas entre México y el Estado español. Sheinbaum no invitó al Borbón al acto, al que el Gobierno se negó a asistir. La nueva presidenta mexicana explicó que no invitó al monarca español porque este no respondió a la carta que Andrés Manuel López Obrador le envió en 2019, donde pedía que Felipe VI pidiera perdón por la invasión española.
Sheinbaum ha aprovechado su discurso de investidura para lanzar un dardo al Estado español y su negación a disculparse por la conquista del país y de Latinoamérica por extensión. Concretamente, ha afirmado: "El origen de la grandeza cultural de México reside en las grandes civilizaciones que vivían en esta tierra siglos antes de que la invadieran los españoles".
Entre los invitados al acto protocolario de Sheinbaum destacan a los presidentes del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Honduras, Xioamara Castro, de la República Dominicana, Luis Abinader; de Guatemala, Bernardo Arévalo; y la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden.
Un proyecto continuista
En su toma de posesión, Sheinbaum ya dejado claro que su proyecto continúa la tarea de López Obrador. "Amigas y amigos, el día de hoy inicia el segundo piso de la cuarta transformación de la vida pública de México", ha afirmado en su discurso. La primera mujer mandataria de México ha realizado un acontecimiento masivo en la plaza pública mayor del país, en el que leyó sus 100 puntos de gobierno, después de recibir en la Cámara de Diputados la banda presidencial de manos de López Obrador.
Por la tarde, Sheinbaum, ha recibido el tradicional bastón de mando de los 70 pueblos indígenas y la comunidad afromexicana, momento en el que representantes de los pueblos originarios realizaron una "limpia" (ritual indígena de purificación) a la nueva presidenta. Una de las representantes de los pueblos originarios, Ernestina Ortiz Peña, ha señalado a Sheinbaum como la esperanza y la voz de los pueblos indígenas. "Tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo, eres la voz de nuestros pueblos, con dignidad eres la voz, la esperanza que nosotros teníamos. Las mujeres indígenas estamos de fiesta", ha sostenido Ortiz