El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha asegurado que la coalición internacional de países que trabajan para la paz en Ucrania tienen como objetivo principal "sentar en la mesa" de negociación al presidente de Rusia, Vladímir Putin. Lo ha dicho en rueda de prensa este sábado después de una reunión telemática con los representantes de esta "coalición de voluntarios", que incluye varias potencias europeas, además del Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y que se podría ampliar en países como Japón.
El líder británico ha acusado a Putin de querer "retrasar" un alto el fuego y ha explicado que la coalición trabajará para "seguir incrementando la presión sobre Rusia", también en forma de sanciones, a la vez que mantiene la ayuda militar en Ucrania con el fin de forzar a los rusos a la negociación. También ha revelado que el jueves los ejércitos de los miembros de la coalición se encontrarán en una reunión en el Reino Unido para entrar en una "fase operativa", que empezar a explorar métodos concretos para conseguir un acuerdo de paz y "garantizar el futuro y la paz para Ucrania", como el posible despliegue de tropas en suelo ucraniano.
Mantener la presión sobre Rusia
Starmer ha resaltado que es momento de pasar a la acción, "no de palabras vacías y condiciones", ante los aparentes intentos del presidente ruso de "retrasar" un potencial acuerdo. Starmer ha señalado que a estas alturas es ya claro, "lejos de toda duda", que Ucrania sí que quiere la paz. "Mi mensaje claro está: antes o después, Putin tendrá que sentarse en la mesa", y que, hasta entonces, los países aliados de Kiev tienen que mantener la ayuda política y militar en Ucrania, aplicando también las sanciones con que debilitan la "maquinaria de guerra" del Kremlin.
El líder laborista ha abogado por una estrategia de "máxima presión" sobre Rusia, ha confirmado que entre los temas tratados este sábado se incluye la posible utilización de los activos rusos que quedaron congelados precisamente por las sanciones, un aspecto "complicado" como él mismo ha reconocido. El 'premier' británico ha resaltado que la coalición crece a medida que pasan los días y es ya "mayor que hace dos semanas", cuando se celebró en Londres uno primera reunión, en este caso presencial. Más allá del ámbito europeo, Canadá, Austria y Nueva Zelanda se han sumado a la alianza, por la que también ha mostrado interés Japón.
La 'Coalición de los Dispuestos' mueve ficha
Starmer había convocado este sábado a la denominada "Coalición de Dispuestos", una batería de países, principalmente europeos, comprometidos con la paz en Ucrania y que quieren hacer un frente común, ante la vorágine diplomática desbocada por Donald Trump, desde su retorno en enero en la Casa Blanca. Por parte española, ha participado en el encuentro, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en una cita mientras donde|dónde se han sumado también el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y los presidentes de la Comisión y del Consejo europeos, Ursula von der Leyen y António Costa.
Al final del encuentro, Starmer ha comparecido ante los medios para dar cuenta de los resultados y para anunciar la inminente reunión de mandos militares, con vistas a "poner en marcha planes|planos contundentes y robustos" ante un potencial acuerdo de paz y a la necesidad de "garantizar la seguridad futura de Ucrania". Uno de los posibles escenarios pasa por el despliegue de una fuerza de paz, una hipótesis planteada en las últimas semanas por el mismo Starmer y por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y de la cual ya se ha desvinculado claramente la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
El jefe del Gobierno británico ha evitado dar nada por cerrado, apelando a la reunión del jueves, pero sí que ha señalado que el Reino Unido quiere ejercer un papel central en este futuro contingente, y que el despliegue "dependerá en última instancia" de la firma de un acuerdo de paz.