La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, está contenta pero lo demuestra de "forma encriptada". Sobre todo si nos referimos al hecho de que quien ha ganado las elecciones es Joe Biden pero en ningún caso lo nombra.
Esta tarde, ha agradecido los movimientos americanos por los derechos y la igualdad social y ha hecho suya la victoria: "Gracias Se Marcha de las Mujeres, gracias Black Lives Matter, gracias a l movimiento por|para la justicia climática ia la comunidad LGBTI. Ahora tenemos que seguir luchando"!.
Con quien sí ha simpatizado de forma más directa, incluso participante de sus actos, es con el senador Bernie Sanders. L'anu 2018, la alcaldesa y Sanders pusieron de relieve la necesidad de construir alianzas para "frenar el auge de la extrema derecha de Trump, Bolsonaro y Salvini". El acto fue organizado por el Sanders Institute en Vermont (Estados Unidos), donde llamó a "construir esperanza" y alianzas desde abajo para vencer lo extrema derecha.
Iglesias tampoco cita Biden
Desde su partido en el Congreso, el vicepresidente español, Pablo Iglesias, ha ido en la línea de señalar al perdedor, Donald Trump: "Se confirma que Trump ha perdido las elecciones. Es una buena noticia por|para el planeta, en la medida en que la ultraderecha global pierde su activo político más poderoso. Pero la ultraderecha que sólo acepta la democracia si gana, sigue siendo un enorme peligro en América y Europa". También ha evitado citar Biden.
Biden, ganador
El candidato demócrata Joe Biden ya es el 46.º presidente de los Estados Unidos de América. Cuatro días después de las elecciones presidenciales, Biden habría ganado en Pensilvania, hecho que le daría 273 de los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca. De esta manera, Biden es el candidato presidencial con más votos a la historia de los EE.UU.
Aunque el escrutinio de votos continúa, las proyecciones de los principales medios norteamericanos ya aseguran la derrota del presidente y candidato republicano, Donald Trump. Con 4 millones más de votos, Biden ha conseguido recuperar para los demócratas estados industriales de Michigan y Wisconsin que Trump había obtenido en el 2016, y también se ha impuesto en Pensilvania, el mayor estado que estaba todavía pendiente, con 20 votos electorales en juego.