La sequía no ha pasado desapercibida estos últimos meses en Europa, dejando entrever pueblos que hasta hace un tiempo estaban bajo los pantanos o, incluso, barcos de la alemana Nazi. La sequía y la falta de lluvias ha ido ocupando titulares en la prensa, roce con los importantes incendios que ha habido en España, Francia y Portugal. En este contexto, el proyecto Life Nieblas se ha querido hacer un lugar. Se trata de un plan que cuenta con el apoyo de la Unión Europea y que utiliza los colectores de niebla en las Canarias y Portugal, para mejorar el paisaje degradado y la reforestación de combustible. Los colectores de niebla son mallas de plástico que se ponen justo por allí donde pasa el viento. Cuando el viento sopla a través de la malla, las gotas de agua se acumulan y caen a los contenedores de debajo.
En este sentido, Vicenç Carabassa, científico principal del proyecto, que trabaja por el Centro de Investigaciones Ecológicas y Aplicaciones Forestales (Creaf), explicaba que la recolección de la niebla es particularmente aplicable a la restauración laurisilva de las Canarias, que existen gracias a la captación de agua de la niebla. En conversación con el The Guardian explica que para funcionar bien, los colectores necesitan niebla y viento, unas condiciones que se dan a la perfección a las Canarias y a Portugal. Desgraciadamente, estas condiciones no son tan típicos del Mediterráneo, donde la desertificación en la zona es un problema creciente, como los incendios.
Objetivo: captar 215.000 litros de agua
Según destaca el mismo diario, además de las Canarias, está previsto que esta técnica se pruebe también en áreas marítimas cerca de Barcelona, el municipio del Bruc, que sufrió un incendio el año 2015. De momento, sin embargo, la intención en Gran Canaria es captar 215.000 litros de agua de la niebla para repoblar 35 hectáreas en el bosque de Doramas.
El diario Canarias 7 destacaba que los recolectores de niebla no necesitan complicadas obras para ser instalados ni tampoco elementos de sujeción. Así, ofrecen una alta estabilidad y resistencia. Se hacía eco, en aquel momento, de las dos fincas seleccionadas para la instalación para ser consideradas estratégicas: Teror y Valleseco. Fueron escogidas, según parece, por la cantidad de días que la niebla era acumulable.
De esta manera, según las informaciones publicadas, un recogedor de este tipo es capaz de recoger hasta 1.300 litros de agua al día en óptimas condiciones. Es decir, viento y niebla. De momento, sin embargo, según la misma publicación, en las Canarias, lo proyecto funciona muy bien. La media anual recogida por los colectores de niebla es de 15.000 litros. Además de Teror y Valleseco, la publicación canaria destaca que también se ha puesto en Moriscos y Osorio.