La Comisión Europea (CE) ha recomendado este martes que se supriman las prohibiciones de vuelos y trenes en el Reino Unido, "vista la necesidad de garantizar los viajes esenciales y evitar las interrupciones de la cadena de suministro".
La recomendación de Bruselas llega después de que los Estados miembros pidieran este lunes a la Comisión que coordinara las restricciones de viaje desde la Unión Europea hacia el Reino Unido, ante la nueva situación epidemiológica.
Ayer mismo España suspendió, finalmente, las conexiones aéreas con este país después de pedir al ejecutivo europeo una "respuesta coordinada". El Gobierno reaccionó 24 horas después de que la mayoría de sus socios europeos, que cancelaron los vuelos el pasado fin de semana.
A pesar de este cordón sanitario en el Reino Unido, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) ya confirmó que la nueva cepa se encuentra en otros países como Holanda, Dinamarca o Italia. El gobierno británico también confirmó un caso de esta nueva variante en Gibraltar.
La Comisión Europea sí que ha pedido garantizar que los ciudadanos del bloque comunitario y del Reino Unido puedan volver a su país de origen o al estado del cual son residentes sin "restricciones adicionales siempre que se hagan un test o cuarentena".
Con respecto al transporte de suministro, la Comisión Europea ha reclamado que se mantenga "ininterrumpido" para garantizar la llegada "a tiempo" de los productos.
¿Qué se sabe de esta nueva cepa?
Esta no es la primera mutación que ha experimentado el coronavirus. Por culpa de las mutaciones no es extraño, pues, que haya salido esta nueva variante. De hecho, el doctor Muge Cevik, miembro del grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes (Nervtag) ha explicado que se han visto más de 4.000 mutaciones de SARS-CoV-2, pero mucho pocas mutaciones han llegado a ser significativas.
Ahora bien, esta nueva cepa es un 70% más contagiosa y ha aumentado en un 0,4 la ratio de transmisibilidad. Sin embargo, no parece que pueda aumentar el riesgo de enfermedad grave o tasa de mortalidad. Lo que más preocupa a los científicos son los cambios en la proteína, hecho que hace posible en el virus infiltrarse a las células de los pulmones, garganta y cavidad nasal al interactuar con el receptor ACE-2.
La mutación en la proteína puede mejorar la capacidad del virus para interactuar con el ACE-2, hecho que le da una ventaja de crecimiento. Por otra parte, la proteína es la parte del virus contra la cual están diseñadas las vacunas. Sin embargo, la comunidad científica cree que es muy improbable que no funcionen con esta nueva variante.