Este lunes, la política alemana tiene una cita que definirá su futuro. Los diputados del Bundestag, cámara baja del Parlamento, votarán la cuestión de confianza del canciller Olaf Scholz, quien se ha quedado con gobierno de coalición desmenuzado. La posibilidad de que el político socialista (SPD) salga victorioso de este reto son muy reducidas y, en caso de perder la confianza de la cámara, Alemania se aboca a unas elecciones anticipadas. Entonces, ¿cómo y por qué se ha llegado a esta situación que deja al país a un paso de las urnas?
El pasado mes de noviembre, Scholz informó sobre la ruptura de la coalición de Gobierno de socialdemócratas, verdes y liberales, después de destituir al ministro de Finanzas, al liberal Christian Lindner. Las discrepancias internas entre los miembros de la coalición han llegado a su límite con la propuesta de Lindner para reactivar la economía. El liberal proponía eliminar regulaciones para la protección del cambio climático, recortes fiscales para las empresas y la reducción de subvenciones y ayudas sociales. Al fin y al cabo, eran líneas rojas para los socialistas y los verdes.
Está en este contexto que Scholz se decidió a pedir una cuestión de confianza ante el Bundestag y, en caso de no superarla, se podrían celebrar elecciones anticipadas. Sin embargo, ¿qué dicen los números? El canciller solo puede contar con los votos a favor de su SPD, que suma 207 escaños, y los de los diputados de los Verdes, que tienen 117. Se da por hecho que Scholz no contará con los 367 diputados que le permitirían salvar con éxito la moción de confianza, ya que los liberales no se perfilan como posibles aliados después de que echara a su ministro de Finanzas.
¿Cuándo podrían ser las elecciones?
En caso de perder la confianza de la cámara, Scholz planteará al presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, la disolución del Bundestag, por lo cual el jefe de Estado tiene un margen de 21 días. Según informaron medios locales hace unas semanas, el Partido Socialdemócrata y el principal partido de la oposición, la Unión Cristianodemócrata (CDU), habrían pactado que la fecha de los comicios sea el 23 de febrero de 2025.
Un posible adelanto electoral no jugaría a favor del SPD según adelantan las primeras encuestas alemanas, ya que los socialistas seguirían manteniendo un 15% de la intención de voto. Es decir, volverían a ser dependientes de otras formaciones si pretende gobernar. El gran beneficiado del fin de la coalición es la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que conseguiría un 19,5% (+1,5 %).