Se marchó sin dejar ningún mensaje a su gente; el transpondedor del avión fue apagado deliberadamente para evitar ser detectado cuando se elevaba de una base aérea a Siria. La operación se llevó a cabo con tal secreto que por lo visto ni siquiera el hermano del dictador fue informado de dónde se lo llevaban. Una década antes, fue el poder militar ruso el que salvó el gobierno de Bashar al-Asad al intervenir a favor suyo durante lo que parecía una guerra civil perdida que él intentó reprimir con violencia. Ahora, mientras las tropas rebeldes se acercaban a Damasco, Moscú proporcionó a Asad una ruta para huir. Según Bloomberg, Rusia tuvo que persuadir a Asad para que abandonara el país, y agentes de inteligencia rusos organizaron su fuga a Moscú.

Las opciones de viaje de Asad siempre serían limitadas. Como paria en el escenario mundial, los dos principales aliados, Rusia e Irán, eran los lugares obvios para refugiarse. Los observadores sugieren que, al escoger Moscú, Asad optó por un lugar familiar que se alineaba con sus hábitos lujosos, aunque también seleccionó un refugio con relativa estabilidad geopolítica. "Bashar y su familia son declaradamente laicos, aunque se identifican con la secta alauí, por lo cual Rusia siempre tuvo más atractivo que Irán en este sentido," ha dicho David Lesch, un experto en Siria de la Universidad Trinity en Tejas que se ha reunido con Asad por múltiples acusaciones, y recoge el The Guardian.

Rusia, el líder del cual, Vladímir Putin, está bajo una orden de arresto de la corte penal internacional, también tiene menos probabilidades de enfrentar presiones o incentivos para entregar Asad a los que buscan procesarlo. "A la mente de Asad, Rusia y Vladímir Putin pueden proteger mejor a su familia de la extradición o de cualquier otro intento de la comunidad internacional de llevarlo ante la justicia", ha dicho Lesch. Según Lesch, es probable que Rusia proporcione una mejor atención médica a Asma, la mujer de Asad, a quien le diagnosticaron leucemia en mayo. Asma, nacida y criada en Gran Bretaña, ha sido acusada de utilizar su educación británica y su estilo occidental para intentar ocultar la brutalidad de la represión de su marido contra la disidencia.

Los vínculos de Asad con Rusia

Los vínculos de Rusia con la familia Asad se remontan a la década de 1970, cuando el padre de Asad, Hafez al-Assad, fortaleció el lugar de Siria en la esfera soviética. En el 2015, la relación entre los dos países recibió un nuevo impulso después de la intervención de Putin a la guerra civil de Siria. Los años siguientes, los hijos de Asad, junto con otros hijos de la élite siria, pasaron las vacaciones en campamentos de verano en Crimea, anexionada por Rusia. El hijo mayor de Asad, Hafez, fue enviado a estudiar a la prestigiosa Universitat MGIMO de Rusia.

Mientras tanto, primos próximos y otros familiares compraron lentamente propiedades por valor de decenas de millones de dólares en el prestigioso distrito de rascacielos de Moscú. Pero a pesar de la creciente dependencia de Siria de Moscú, la relación personal entre Asad y Putin siempre ha sido fría. Aunque Putin parece haber forjado amistades genuinas con algunos líderes mundiales, en particular con Silvio Berlusconi, a quien ha invitado a recorrer viñas en Crimea, ha mantenido Asad a distancia.

Una vida sin lujos

Es poco probable que Asad y su familia lleven una vida pública y extravagante a Moscú, destaca The Guardian. En cambio, bajo la estricta vigilancia de los agentes de seguridad rusos, probablemente se esconderán en una finca aislada, protegidos de la vista del público. Para sostener su estancia en Rusia, Asad probablemente podrá acceder aparte de sus 2.000 millones de dólares, que se cree están ocultos en cuentas offshore y sociedades fantasma por todo el mundo. Moscú, por su parte, guardará silencio sobre su nuevo invitado, evitando recordar en el mundo que se apoyó.