Un tribunal de Kazajistán ha condenado este lunes a 24 años de prisión al exministro de Economía kazaka Kuandik Bishimbaev para torturar y asesinar a su mujer, Saltanat Nukénova, en noviembre del año pasado. La condena, en medio de una campaña contra la violencia doméstica en esta nación centroasiática, resulta de la suma parcial de las condenas por dos causas penales, siete años por tortura y 20 por asesinato.
La corte ha dictaminado que el exministro, durante los últimos años propietario de uno de los restaurantes mayores de Astana, cumplirá su condena en una prisión de máxima seguridad. El proceso, que ha durado más de un mes, se ha transmitido en directo por internet por primera vez a la historia kazaka. Además, el tribunal condenó a 4 años de prisión Bakidjan Bayjhanov, familiar del exministro, por encubrimiento de un delito especialmente grave, recull Efe.
Kazajistán y la "violencia doméstica"
El abril pasado Kazajistán aprobó una ley que protege a las mujeres de lo que el país llama todavía "violencia doméstica" después de chalados casos de abusos machistas, de manera que se suma a otros países de la Asia Central que han decidido endurecer con penas de prisión los castigos contra los agresores, tal y como destaca Efe.
Después del brutal crimen perpetrado por Bishimbaev, los kazajos reunieron más de 150.000 firmas para exigir el endurecimiento de la ley en el ámbito de la violencia machista. Los legisladores también recibieron más de 5.000 cartas con la petición de cambiar las leyes para proteger mejor a las mujeres.
400 mujeres mueren en manos de su pareja cada año
Las estadísticas independientes indican que anualmente más de 400 mujeres kazakas mueren a manos de sus parejas. Y solo en el 40% de los casos estos crímenes llegan a los tribunales. Bishimbaev ocupó en el 2005 el cargo de asesor del ministro de Economía del país y posteriormente fue asesor del presidente del Kazajistán, en más de ser viceministro de Comercio y Desarrollo Económico y ministro de Economía hasta el 2016.
El historial de Bishimbaev
Después de ser titular de Economía, fue acusado de corrupción y condenado a 10 años de prisión, pero obtuvo la libertad condicional tres años después. Y es que la corrupción en Kazajistán es un problema grave, arraigado en diferentes sectores, instituciones, esferas públicas y privadas, según GRECO, Grupo de Estados contra la Corrupción, pero la escala actual del problema es difícil de evaluar a causa de la falta de información fiable. El defectuoso marco de lucha contra la corrupción, la falta de capacidad de respuesta de los legisladores y el control estatal de los medios son algunas de las principales preocupaciones. "Parecen necesarias reformas fundamentales para que las instituciones kazakas se adecuen a las normas internacionales anticorrupción", explicaba la misma organización en un informe publicado hace un par de años.