Un total de 37 personas, entre ellos tres estadounidenses, han sido condenadas a muerte por un intento de derrocar al presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi. Todos ellos han sido acusados de liderar el ataque contra el palacio presidencial y la casa de un aliado del mandatario el 19 de mayo pasado. En suma, fueron 51 las personas juzgadas por un tribunal militar en el marco de esta causa, en unos juicios retransmitidos públicamente que han atraído la atención de todo el país. Quién fue el presunto líder de la insurrección, un ciudadano estadounidense de origen congoleño llamado Christian Malanga, murió durante el ataque junto con otras cinco personas.
Delante el tribunal militar en la capital, Kinsasa, donde el pasado 7 de junio se inició el juicio, el fiscal, el teniente coronel Innocent Radjabu Bashiru, solicitó "una única pena, la más severa, la pena de muerte", según recogen medios locales. Solo uno de los acusados congoleños, después de un examen médico solicitado por los abogados defensores, estuvo exento de esta petición al considerarse que tenía problemas de salud mental. "En aplicación del artículo 7 del Código Penal Militar", Bashiru pidió a la corte que dicte, además, "la incautación en beneficio del Estado congoleño de todos los objetos utilizados en la comisión de delitos, a saber, armas, drones, indumentaria de los atacantes, banderas y otros objetos", entre otras medidas.
Los acusados se han enfrentado a siete cargos de atentado, terrorismo, posesión ilegal de armas y municiones de guerra, tentativa de asesinato, conspiración para delinquir, asesinato y financiación de terrorismo. Entre los detenidos, se encuentran tres estadounidenses, incluyendo a Marcel Malanga, hijo del presunto líder del golpe, el activista de la diáspora congoleña Christian Malanga, que fue abatido por las Fuerzas Armadas del país durante los hechos. Es cierto, sin embargo, que hace veinte años que no se ejecutan penas de muerte en el país, sino que han sido de facto sustituidas por la cadena perpetua.
Intento de golpe de Estado
Durante la madrugada de 19 de mayo, decenas de atacantes congoleños y extranjeros encabezados por el citado activista asaltaron el palacio presidencial con el objetivo de deponer al presidente del país, Félix Tshisekedi. Los atacantes disponían de material sofisticado, incluyendo drones, detalló entonces el portavoz de las fuerzas armadas de la RDC, Sylvain Ekenge. Durante el asalto, Christian Malanga, quien afirmaba ser un antiguo militar, emitió varios vídeos en la red social Facebook en los cuales se veía en un grupo de hombres armado y con uniforme militar en el vestíbulo y los jardines del Palacio de la Nación, residencia oficial de Tshisekedi, si bien el mandatario no suele pernoctar allí.
"Disfruten de la liberación de nuestro nuevo Zaire", clamó Malanga en inglés, mientras los asaltantes quemaban banderas de la RDC y llevaban otras de Zaire, antigua denominación del país durante la dictadura de Mobutu Sese Seko de finales del siglo pasado. Asimismo, hombres armados irrumpieron en la residencia del viceprimer ministro y ministro de Economía, Vital Kamerhe, que resultó ileso, aunque al menos tres personas murieron en el asalto, incluyendo a dos policías encargados de la seguridad del político y un agresor.
Además de Marcel Malanga, fueron identificados otros dos estadounidenses: Benjamin Reuben Zalman-Polun y Taylor Thomson. Christian Malanga, de 41 años, quien se hacía decir comandante y a menudo vestía uniforme militar, era muy conocido en los círculos de la diáspora congoleña en los EE.UU. por sus discursos contra el poder. Lideraba el movimiento 'New Zaire' ('Nuevo Zaire') y el Partido Congoleño Unido (PCU), y llegó a declarar su intención de presentarse a la Presidencia del país. Nacido en 1983 en la entonces República del Zaire, Malanga creció en la comuna de Ngaba, en Kinsasa, y vivió en Sudáfrica y Esuatini (antigua Suazilandia) antes de instalarse en EE.UU.