El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva para reducir "significativamente" la plantilla de la Administración pública y otorgar más poder al nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés), bajo la supervisión de Elon Musk y se encarga de recortar el gasto público. El gobernante compareció ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca con Musk, que llevaba una gorra negra con las siglas MAGA, el eslogan de campaña de Trump, Make America Great Again, y estaba acompañado por su hijo menor, X Æ. En aquella inusual comparecencia, Musk hizo unas extensas declaraciones en que afirmó que la Administración federal se ha convertido en una "cuarta rama no electa" y subrayó la necesidad de implementar "controles de sentido común" para reducir gastos innecesarios.

El empresario aprovechó la ocasión para minimizar las críticas sobre su papel en el Gobierno y los posibles conflictos de interés, dado que seis de las empresas están bajo investigaciones, quejas o han sido objeto de medidas reguladoras por parte de once agencias federales, sobre las cuales ahora está actuando para recortar personal. Musk aseguró a los periodistas que intenta ser tan transparente como sea posible, aunque no tiene intención de hacer públicas sus declaraciones financieras. "La transparencia es lo que genera confianza", afirmó.

El apoyo incondicional de Trump

Trump confía en su hombre y es por eso que dio apoyo a la postura de Musk, asegurando que no hay ningún problema con su papel y denunciando la existencia de "fraude" y "abuso" en la adjudicación de contratos públicos, así como "decenas de miles de millones de dólares" que se malbaratarían. Y es que la orden ejecutiva instruye a las agencias federales a colaborar con el DOGE (el departamento de Musk) para reducir personal y limitar las contrataciones, con el objetivo de disminuir "significativamente" el tamaño del Gobierno federal, según confirmó a la prensa un funcionario de la Casa Blanca.

Entre los planes de Musk hay, por ejemplo, desmantelar la Oficina para la Protección Financiera del consumidor (CFPB), la cual considera un organismo inútil. La tarea de esta agencia es luchar contra los abusos de grandes empresas contra ciudadanos, y es que hay que apuntar que ante esta agencia se han presentado decenas de reclamaciones contra Tesla (la empresa fabricante de coches eléctricos propiedad de Musk). Musk no esconde su satisfacción ante su nuevo poder, y es que la semana pasada escribió en X "CFPB RIP", por lo tanto, las denuncias sobre Tesla presentadas a esta agencia son agua pasada.

Las empresas de Musk bajo el punto de mira

Musk tiene varias empresas que están o han estado bajo el escrutinio de los supervisores. Por ejemplo la Oficina de Investigación de Defectos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) está estudiando y revisando el sistema de conducción autónoma de los vehículos Tesla, y es que esta oficina ha identificado varios casos en que un vehículo de este tipo ha sufrido accidentes en zonas de poca visibilidad. Por otra parte, el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) investigan si Musk y Tesla han exagerado las capacidades de conducción autónoma de los coches y si se ha engañado a algunos consumidores sobre la distancia que puede recorrer un vehículo Tesla antes de quedarse sin batería.

Más oficinas de la Administración que vigilan los movimientos de Musk y que por eso ahora se habla de este conflicto de intereses de Musk: la Autoridad Federal de Aviación (FAA) investiga los lanzamientos de SpaceX, la empresa de fabricación aeroespacial y de servicios de transporte espacial propiedad de Musk. De hecho, durante la campaña electoral, Musk ya advertía que había demasiada regulación y es que la administración Biden, la última semana del demócrata en la Casa Blanca, detuvo, a través de la Autoridad Federal de Aviación, los lanzamientos de la nave espacial Starship de SpaceX por una explosión en el artefacto que obligó a desviar vuelos comerciales.