El paso de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos (EE.UU.), Nancy Pelosi, ha dejado muchas consecuencias y pocas favorables para los intereses de la demócrata. La Casa Blanca ha manifestado públicamente su malestar con la visita de Pelosi y las relaciones diplomado con Pekín se han visto estropeadas. Por otra parte, la reacción del gobierno chino ha estado mucho más beligerante. Anunció maniobras militares en torno a Taiwán, que justo han empezado este jueves. Las maniobras han empezado de madrugada y se llevan a cabo con fuego real.
Estos ejercicios del Ejército chino equivalen a un "bloqueo marítimo y aéreo" de Taiwán, según el Ministerio de Defensa de la isla. Las maniobras arrancan un día después de la visita de Pelosi e incluyen el cierre del espacio marítimo y aéreo a seis zonas en torno a la isla, una a unos 20 kilómetros de la costa de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de Taiwán. Según medios taiwaneses, los simulacros chinos han afectado a 18 rutas aéreas internacionales de la isla y más 900 vuelos se han visto obligados a modificar la ruta.
Todo por una visita en la cual Pelosi recibió un premio y mostró su apoyo al gobierno taiwanés, pero sin dejar atrás uno de los pilares de la diplomacia entre las dos potencias: la política de una sola China. Es decir, no reconocer en Taiwán como un país, sino como una región rebelde de China. Por más tensas que hayan sido las relaciones, este es un tabú que no se transgrede.
Hackeo en Taiwán
Las autoridades taiwanesas se mostraron muy satisfechas con la visita de Nancy Pelosi, de la misma manera que gran parte de la población. Sin embargo, no todo el mundo compartía esta alegría, ya que, coincidiendo con la visita de la demócrata, varias cadenas de tiendas e instalaciones gubernamentales fueron hackeadas y emitieron insultos hacia Pelosi en sus pantallas.
La Oficina de Investigación Criminal taiwanesa considera que se trató de ciberataques desde direcciones IP de internet desconocidas e investiga el origen del incidente, según informó la agencia oficial taiwanesa CNA. En las pantallas digitales de varias tiendas de la cadena 7-Eleven aparecieron mensajes de "Pelosi, camorrista, vete de Taiwán" que según los responsables de la compañía, procedían de fuera de su sistema. El mismo pasó en la estación de tren de Xinzuoying, en Kaohsiung, y en una oficina municipal de Jushan (centro), donde el mensaje que se vio en pantallas publicitarias se refería a la política norteamericana como "vieja bruja".