ÚLTIMA HORA: Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
En el consulado ucraniano de Barcelona hay un silencio escalofriante. Algunos ciudadanos ucranianos se reúnen en las puertas de estas oficinas ubicadas en la calle Numància de Barcelona, justo encima de la Diagonal. Ya hace dos días que Rusia ha iniciado una guerra contra su país, y estas personas piden ayuda e información con la cabeza gacha. El cónsul general de Ucrania en Barcelona está en el interior de las oficinas. Entre llamada y llamada, recibe ElNacional.cat en su despacho. Tiene pocos minutos; va de bólido. En esta entrevista, Artem Vorobyov explica cómo se vive la guerra de su país desde su consulado, se muestra agradecido por las muestras de afecto que ha recibido en las últimas horas por parte de ciudadanos catalanes y españoles, y se muestra claro sobre este conflicto: "La ayuda de Occidente es insuficiente para frenar Rusia y estamos ante una tercera guerra mundial".
¿Qué ánimo se respira estos días en el consulado?
Todos los ucranianos sentimos dolor estos días por lo que está pasando en nuestro país, y estamos muy preocupados por nuestros seres amados, por nuestro país y por nuestro futuro. Ucrania sufre ahora mismo un acto de agresión y de guerra... un acto contra nuestra soberanía y nuestro futuro.
¿La gente que estos días llama al consulado o se acerca qué pide?
Estos días atendemos visitas de gente que se siente atrapada por culpa del cierre del espacio aéreo de nuestro país. No todos los ucranianos que se encuentran aquí pueden encontrar alojamiento por su propia cuenta o quedarse con familias o conocidos. Algunos estaban de visita o de viaje de negocios, y muchos se han quedado sin recursos, ya que nuestro sistema bancario está ahora mismo bajo constantes ciberataques. La gente no puede sacar dinero, aunque tengan tarjetas de crédito o de débito. Ante esto, nosotros agradecemos el posicionamiento y la ayuda que nos ha ofrecido a la Generalitat, así como la delegación del Gobierno en Catalunya y el Ajuntament de Barcelona. Nos han proporcionado la posibilidad de alojar ucranianos sin ningún coste en albergues en la zona de Barcelona. Lo mismo nos han ofrecido el País Valencià y las Islas Baleares. De manera que, ahora mismo, los compatriotas pueden estar tranquilos.
¿La respuesta de Occidente llega demasiado tarde?
Sí, la respuesta llega demasiado tarde. Y en mi opinión no es suficiente. Tal como se puede ver, el ataque todavía continúa, y cada día tenemos más y más víctimas mortales, heridos... no solo en el ejército, sino también entre la población civil.
¿Cree que a Occidente no le importa tanto Ucrania como dice?
Sí que le importa Ucrania, pero nosotros nos enfrentamos a Rusia, una potencia nuclear. Es un país con mucha potencia. Y hay que añadir que estamos agradecidos a todos nuestros aliados de Occidente por el apoyo constante que nos dan. Cada día recibimos más ayuda humanitaria y militar, pero desgraciadamente es insuficiente para frenar a Rusia.
¿Estamos ante una tercera guerra mundial?
Sí, desgraciadamente, sí. Todavía no formamos parte de la OTAN, y es por eso que Rusia puede hacer lo que está haciendo ahora mismo. La última vez que Ucrania sufrió estos tipos de acciones fue en 1941, durante la 2.ª Guerra Mundial, cuando otro dictador intentaba imponer su voluntad en otros países.
¿Por qué Putin habla de "desnazificar" Ucrania?
Es todo un pretexto falso para iniciar una operación militar. Él no quiere perder Ucrania. No quiere que nuestro país forme parte de Europa y de los países democráticos. Pero es el camino que escogió libremente nuestro pueblo.
¿Qué le diría a los catalanes y españoles que ahora mismo se encuentran en Ucrania?
En primer lugar, reitero mi gratitud hacia todos los catalanes y españoles, porque recibimos miles de llamadas con mensajes de apoyo. La gente ofrece dinero o ropa y están dispuestos a recibir familias refugiadas. Pero estamos a 3.000 kilómetros y todavía no hay vuelos directos. Teniendo una comunidad de unos 110.000 ucranianos en España, suponemos que todos tienen familia en Ucrania, y están preocupados por poder traerlos aquí, a fin de que estén seguros.