Puerta abierta a la polémica. En Flandes no se quiere que el idioma se pierda. Por este motivo, el ministro de Educación de la región belga de Flandes, el nacionalista Ben Weyts (N-VA), ha propuesto que para el próximo curso se prohíban los idiomas que no sean el flamenco en todo el entorno escolar, incluyendo aulas, patios o comunicaciones entre padres y profesores, según recoge este miércoles la prensa flamenca.
"Tenemos que transmitir claramente el mensaje de que el neerlandés es la lengua de enseñanza en la escuela. Comprendo que no es fácil mantenerlo y controlarlo, pero la señal tiene que ser clara. A medida que entran en la escuela otras lenguas maternas, el neerlandés es el aglutinante por excelencia", ha destacado el ministro en declaraciones recogidas por el diario flamenco Het Nieuwsblad y Efe.
Más presencia del flamenco en las aulas
El nuevo plan de Weyts recoje que las enseñanzas del flamenco y las matemáticas tienen que ocupar conjuntamente la mitad del tiempo de los estudiantes de primaria, mientras que los alumnos del último curso de infantil (cinco años) tendrán que llegar a unos conocimientos mínimos del idioma que se demostrarían mediante una prueba al final del año escolar.
La prensa flamenca señala que organizaciones educativas y escuelas han prestado más atención al multilingüismo en Flandes en los últimos años bajo la premisa que ignorar la lengua materna dificulta el aprendizaje y en una región donde una cuarta parte de los escolares de primaria no hablan flamenco en su casa.
El ministro nacionalista flamenco quiere que este idioma también sea obligatorio para las actividades extracurriculares y la comunicación entre el profesorado y las familias y prevé un paquete de veinte millones anuales para dar apoyo al aprendizaje del flamenco en alumnos que hablan un idioma materno diferente de casa.
Una medida con ayudas para las escuelas
Tal como recoge Efe, las escuelas donde más de la mitad de los alumnos tengan una lengua materna diferente del flamenco recibirán 250 euros adicionales por niño, y el programa en conjunto prevé llegar a 80.000 menores.
"No puede ser que los niños lleguen a primaria con un retraso con el flamenco. (Los padres) tienen que asegurar que sus hijos están en contacto con el neerlandés también después de la escuela. Si no, estarán privando a su hijo de oportunidades futuras y no serán buenos padres", ha advertido al ministro.
Esta medida, controvertida, llega en un momento de máxima disputa para los nacionalistas flamencos. El partido del ministro de Educación de esta región, los nacionalistas de la N-VA, están perdiendo terreno ante el partido flamenco de ultraderecha Vlaams Belang, que le saca ventaja en más de tres puntos en la mayoría de las encuestas recientes, a menos de un año de las elecciones de 2024 en Bélgica.