Promesas, compromisos y llamamientos a la acción están marcando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), las acciones en cambio se hacen esperar. Si bien la COP26 está despertando mucho escepticismo, las prioridades de las grandes potencias mundiales están quedando definidas sobre el papel. Una de las acciones más destacadas es el acuerdo para la protección de los pulmones verdes del planeta: bosques y selvas.
Hace años que se reconoce el papel clave de las grandes masas forestales en la lucha contra el cambio climático, ya que absorben gran parte del CO₂ que expulsamos a la atmósfera. Del reconocimiento a la protección, sin embargo, hay una gran diferencia. La concatenación de gobiernos irresponsables o negacionistas de cambio climático en algunas zonas forestales claves para el planeta han dejado una masa de bosques y selvas disminuida. El ejemplo más claro es el Amazonas, lo que un día fue el pulmón más importante del planeta ha pasado a generar emisiones de CO₂, en vez de absorberlas. Todo gracias a las políticas para explotar la selva amazónica del gobierno brasileño.
En la que se ha definido como la conferencia del principio del fin del cambio climático, la protección de los bosques se ha presentado como prioritaria. Cien estados de todo el mundo han firmado un acuerdo para "proteger y restaurar los bosques". Los países firmantes concentran un 85% de la superficie arbolada del planeta. "Con las promesas sin precedentes de hoy, tendremos la oportunidad de poner fin a la larga historia de la humanidad como conquistadora de la naturaleza y, en cambio, convertirnos en el custodio", ha asegurado el primer ministro británico, Boris Johnson.
El acuerdo promete detener y revertir la pérdida de la superficie boscosa y la degradación del suelo para el año 2030. Una promesa que se quiere materializar con una inversión de 12.000 millones de dólares entre el 2021 y el 2025
Codo con codo con las comunidades indígenas
Las comunidades indígenas que habitan algunas de las mayores y más importantes superficies boscosas del planeta son las principales protectoras del territorio. Un rol a menudo ignorando en todos los ámbitos de actuación política, incluyendo la lucha contra el cambio climático. Esta vez, sin embargo, el acuerdo para la protección de los bosques que saldrá de la COP26 reconoce e invierte en la acción indígena.
La inversión en los pueblos indígenas es destinar a actividades concretas de las comunidades para la protección y el desarrollo además del mapeo del terreno. El ministro del Reino Unido para el Pacífico y el Medio ambiente, Lord Goldsmith, ha asegurado que "este reconocimiento señala nuestro compromiso de proteger los bosques tropicales del mundo y los que viven allí en ellos", según ha recogido El País.