La Asamblea de Córcega ha aprobado la inversión de 2,8 millones de euros para la inmersión escolar en lengua corsa hasta el 2026. El dinero irá destinado a Scola Corsa, entidad parecida a la Bressola y Arrels de la Catalunya Nord, que tiene dos escuelas en la isla. Una está en Bastia y la otra en la localidad de Biguglia. El presidente del Consejo Ejecutivo de Córcega, Gilles Simeoni, ha alabado la inmersión y ha recordado que "es una gran columna de la política lingüística". La inversión en la escuela corsa se ha adoptado por unanimidad, lo que es significativo del apoyo que tiene el idioma dentro de la isla.
Córcega ha decidido impulsar la inmersión en corso a través de una iniciativa privada i social, después de que el Constitucional francés declaró inconstitucional la iniciativa que había aprobado la Asamblea francesa para impulsar las escuelas inmersivas en catalán, corso, bretón y otros idiomas, dentro del paraguas público. Esta decisión ha provocado mucho malestar en Córcega, y también en la Catalunya Nord, y por eso se están intentando otras vías para defender el idioma.
La incomprensión de la Francia jacobina respecto de su realidad interna es muy grande, y prueba de eso es el debate que hizo ayer France Culture preguntándose si el catalán "es peligroso para la República", después de que la Justicia francesa ha prohibido hablar en el idioma propio del país en los plenos municipales de la Catalunya Nord, tal como se hacía habitualmente en localidades como Elna (Rosselló) y Els Banys de Arles (Vallespir).
La alcaldesa de Els Banys d'Arles, Marie Costa, recordó que el catalán en el Estado francés es una realidad profunda, y explicó que sus abuelos no sabían hablar francés, y que en su casa siempre se ha hablado catalán. Se preguntó por qué Francia tiene tanta necesidad de perseguirlo. "¿Francia es tan frágil como porque si 5 alcaldes que hablan catalán en los plenos representen una amenaza para la lengua francesa?", se preguntó. A su entender, eso es una "postura postcolonial" y una actitud no inteligente "que solo hace que radicalizar las cosas". "¿Francia tiene necesidad de hacer eso?", insistió ridiculizando las obsesiones jacobinas. La alcaldesa explicó que muchos padres y madres de la Catalunya Nord apuestan ahora por las clases bilingües catalán-francés o de inmersión en catalán porque también tienen una mirada hacia la Catalunya Sur y Barcelona. Y ha pedido que no se critique la inmersión en catalán, porque en la mayoría de Francia hacen inmersión en francés, y la encuentran positiva.