Corea del Norte tiene previsto reabrirse al turismo internacional el próximo diciembre después de cuatro años de cierre a los viajeros extranjeros por la pandemia de covid-19, según ha informado un operador turístico especializado en viajes al hermético país asiático al anunciar la pronta reanudación de sus servicios, en primer lugar, hacia la región norcoreana de Samjiyon. "Después de haber esperado durante cuatro años para hacer este anuncio, Koryo Tours está muy emocionada por la apertura de Corea del Norte al turismo otra vez", ha apuntado al operador turístico, que tiene sede en Beijing, en un mensaje de este miércoles recogido por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Koryo Tours hizo el anuncio después de haber recibido confirmación de los planes de reapertura por parte de su "socio local", apunta la citada agencia. Samjiyon, una ciudad del norte de Corea del Norte situada cerca del monte Paektu, donde según la cultura popular surgió el pueblo coreano, es un importante destino turístico en el país. De hecho, el líder norcoreano, Kim Jong-un, visitó el lugar en julio para hablar sobre proyectos de desarrollo en el área.

Corea del Norte reabrió parcialmente sus fronteras al turismo el año pasado para recibir en varios grupos de turistas rusos, en el contexto de acercamiento entre Pyongyang y Moscú, pero la de diciembre parece que sería la reapertura efectiva de sus fronteras al turismo en general. Los observadores internacionales dicen que el régimen norcoreano busca desarrollar la industria turística del país en un intento de ganar moneda extranjera para tratar de soportar las sanciones económicas que pesan sobre el país por sus programas de desarrollo de misiles y nuclear.

El hermético régimen de Kim Jong-un gestiona unas graves inundaciones

La noticia se conoce en un momento interno complicado para el hermético régimen norcoreano, que ha tenido que gestionar unas importantes inundaciones en el norte del país. De hecho, Kim Jong-un visitó ayer jueves en Pyongyang a miles de personas que han sido evacuadas hacia la capital a causa de las inundaciones, según han informado medios estatales. Unas 13.000 personas, principalmente niños, personas mayores, mujeres o personas con discapacidad física llegaron en tren el jueves en Pyongyang, procedentes de las provincias de Pyongyang del Norte, Jagang y Ryanggang, según informa la agencia estatal del régimen, la KCNA. Kim los visitó en el hostal y el centro de entrenamiento de desfiles militares donde han sido alojados en la capital.

corea norte kim jong europa press
Ceremonia para el envío de jóvenes a ayudar en las zonas de las inundaciones / KCNA

El líder norcoreano se dio un baño de multitudes, según la KCNA, que afirmó que Kim "salvó miles de vidas de las inundaciones que han golpeado el noroeste del país y abrió un gigantesco plan de reformas dramáticas para la recuperación de los daños de las inundaciones". Durante la visita del jueves, Kim también se refirió "a la firme voluntad del Partido y del Gobierno de convertir el desastre actual en un punto de inflexión", según la citada agencia oficialista.

El régimen ha hecho un gran hincapié en las labores de recuperación y asistencia después de las inundaciones, especialmente en la ciudad de Sinuiju y el condado de Uiju (noroeste del país), los puntos más afectados por las copiosas lluvias del monzón. El mismo Kim Jong-un ha viajado a la zona en dos ocasiones, una para supervisar las labores de rescate y otra para visitar a los evacuados repartidos en una decena de campamentos de tiendas de campaña que se han levantado a Uiju y Sinuiju.

Además de rechazar ofertas de ayuda humanitaria de China o Rusia, e ignorar abiertamente la de Corea del Sur, Pyongyang ha enviado a esta zona a 130.000 trabajadores de la construcción y a unos 300.000 jóvenes voluntarios, muchos de los cuales podrían ser niños, según han denunciado algunas organizaciones humanitarias. El régimen asegura que nadie ha muerto a causa de las terribles inundaciones, mientras Seúl considera que un número "considerable" de personas podría haber muerto a causa del desbordamiento del río Amnok, en la frontera con China.