Corea del Norte ha lanzado esta mañana, sobre las 8:00, el primer misil desde que Donald Trump ocupa la Casa Blanca. El ensayo militar, que coincide con el encuentro entre el presidente norteamericano y el líder japonés, Shinzo Abe, se ha detectado a primera hora y el ejército de Corea del Sur y el Pentágono lo han confirmado poco rato después. El proyectil ha recorrido una distancia de 500 kilómetros y ha impactado en el mar del Japón.
Seúl y Washington coinciden en la teoría de que podría tratarse de un misil Rodong, o de un derivado de este. Este tipo de cohete explosivo puede recorrer hasta 1.500 kilómetros antes de impactar. Así pues, podría llegar hasta Japón o Corea del Sur. Las autoridades han descartado que se trate de uno de los llamados ICBM, un misil balístico intercontinental, con una capacidad de recorrido de más de 5.000 kilómetros y que, por lo tanto, podría impactar en la zona del Pacífico, donde Estados Unidos tiene las bases militares de Guam.
Respuesta prudente
Según ha informado la agencia Reuters, Trump ha respondido de forma mesurada para evitar una escalada de las tensiones internacionales. "Estados Unidos estará al lado de Japón, su gran aliado, al 100%", se ha limitado a decir. Desde el ejecutivo de la Casa Blanca se valoran los hechos como una enésima declaración de intenciones, pero se le ha querido quitar hierro y se ha asegurado que "no ha sido una sorpresa", porque al líder nordcoreano "le gusta atraer la atención en estas ocasiones". Abe, sin embargo, ha sido más contundente: "El ensayo es absolutamente intolerable".
A pesar de la respuesta equilibrada, que se contrapone con la dureza que acostumbra a adoptar Trump en sus discursos públicos, el gobierno republicano no pretende quedarse de brazos cruzados y se plantea presionar a China para que concentre más esfuerzos -según el nuevo inquilino de la Casa Blanca, todavía insuficientes- en controlar en Corea del Norte.
Fuentes militares surcoreanas atribuyen el lanzamiento, realizado desde la base área de Banhyon, en el oeste de Corea del Norte, a una voluntad del régimen de Kim Jong-un de "mostrar su fuerza". La amenaza militar que representa el país norcoreano es uno de los principales puntos de colaboración entre la administración norteamericana y la japonesa.
El gobierno de Corea del Sur y el Ministerio de Defensa de Japón han confirmado que durante el día de hoy se realizarán reuniones e investigaciones para valorar cuál es el alcance real de la acción.
Periodo de calma tensa
Pyongyang llevaba desde el pasado mes de octubre sin practicar ninguna de sus características provocaciones. Fuentes internacionales consideran que esta prudencia responde al nombramiento de Donald Trump como líder de los EE.UU, ya que el magnate todavía no ha desvelado claramente cuál es su postura ante Corea del Norte.