El Reino Unido celebra este sábado un momento histórico, la coronación del rey Carlos III, que como marca la tradición de esta ceremonia milenaria, tendrá lugar en la abadía de Westminster de Londres. El heredero al trono más longevo de la historia del Reino Unido, llega con 74 años a la coronación, donde también se coronará a su esposa, la reina consorte Camila. Las caras de ambos hace semanas que llenan tazas, banderas, camisetas, adhesivos y cualquier objeto susceptible de ser vendido como un souvenir; sus voces también han inundado el metro de Londres este fin de semana para desear un "buen viaje" a los pasajeros; y en definitiva, su presencia ocupa todo el país, que vive la primera coronación desde 1953, cuando la reina Isabel II protagonizó este acto. Pero 2023 no es 1953, Carlos III no es Isabel II, y el apoyo a la monarquía tampoco es el que era después de la Segunda Guerra Mundial. Este sábado, aunque muchos entusiastas y curiosos se acercarán a ver la procesión de los reyes por las calles londinenses, muchos otros británicos saldrán a las calles para mostrar su rechazo a Carlos III, al acto de coronación y a la institución monárquica.

🔴 Coronación del rey Carlos III, DIRECTO | Última hora de la ceremonia en Inglaterra
 

👑 Guía de la coronación de Carlos III: protocolo, invitados, fecha y dónde verla
 

Una coronación para un reinado del siglo XXI

La coronación de Carlos III hace décadas que se preparaba, en la conocida como operación Orbe Dorado, por la cual un comité se reunía dos veces al año para debatir los detalles del acontecimiento. Todo está planificado al milímetro, y uno de los objetivos ha sido adaptar la ceremonia al siglo XXI. La casa real ha anunciado que la coronación "reflejará el rol del monarca en la actualidad y mirará al futuro, a la vez que estará arraigada en tradiciones y pompa de larga duración". Esta modernización se concreta en tres aspectos: una ceremonia breve, más austera y la inclusión de todas las fes, no solo la cristiana.

Carlos III será coronado como soberano, pero también como jefe de la Iglesia anglicana por el arzobispo de Canterbury. Aunque el monarca tendrá que jurar lealtad al protestantismo que representa, el arzobispo afirmará que la Iglesia de Inglaterra "buscará fomentar un entorno en el cual las personas de todas las religiones puedan vivir libremente". Además, por primera vez en la historia de las coronaciones, participarán representantes del budismo, el hinduismo, el judaísmo o el islam, que tendrán un rol activo en la ceremonia. También participará el clero femenino, en un nuevo giro hacia la modernidad. Por otra parte, en un intento por contar con la participación de miembros ajenos a la realeza, se invitará a personas del público a jurar su fidelidad al Rey, una propuesta que no ha estado exenta de críticas.

Carlos III y Camila utilizarán dos carruajes, el X i el X, durante la procesión de la coronación. Foto: EFE

La abadía de Westminster seguirá siendo el escenario de esta ceremonia, como ya lo fue hace 70 años. Las regalías que se entregarán al rey y a la reina consorte, como el cetro, el orbe y las coronas, tampoco serán nuevas —algunas datan del siglo XVII, como tampoco lo serán los carruajes cubiertos de oro con que los reyes harán la procesión. Elementos de lujo que se alejan de la idea de austeridad que un ciudadano podría imaginar. Las estimaciones apuntan que la ceremonia costará 100 millones de libras esterlinas, que pagará el gobierno británico. Otras informaciones apuntan a que a esta cifra habría que sumar 150 millones más en concepto de seguridad, ya que el acontecimiento requerirá un despliegue fastuoso en Londres. Eso sí, ceremonia se alargará alrededor de dos horas y contará con 2.000 invitados, cifras inferiores a las de la coronación de Isabel II, que duró 3 horas y tuvo 8.000 invitados.

No todo serán sonrisas: los republicanos llaman a sabotear la coronación

Un 45% de los británicos considera que la monarquía no es "muy importante" para el país o que se tendría que abolir, según una encuesta del Centro Nacional de Investigación Social (NatCen) publicada una semana antes de la coronación. Una cifra que supone un máximo histórico de los detractores de la monarquía británica, que a diferencia de otras, como la española, ha mantenido una buena reputación a lo largo de los años. Según esta encuesta, solo el 29% de los británicos cree que la monarquía es "muy importante", una cifra que se situaba en el 38% el año anterior, cuando se celebró el Jubileo de Platino de Isabel II, pero cabe decir que ha ido fluctuando en las últimas décadas. Por otra parte, un 26% de los británicos considera que es "bastante importante" seguir siendo una monarquía.

Otra encuesta de YouGov hecha a propósito de la coronación, ha preguntado a los británicos si creen que el Reino Unido tendría que seguir siendo una monarquía en el futuro. Un 62% ha respondido afirmativamente, mientras que un 25% se ha decantado por la otra opción, sustituir esta institución por un jefe de estado electo. La elección entre ambas opciones presenta, además, una gran brecha según se pregunte a la población joven o a los mayores de 65 años.

El grupo Republic ha impulsado protestes los últimos días para mostrar su rechazo a la coronación de Carlos III. Foto: EFE

Es en este contexto que los partidarios de una república han convocado una concentración este sábado que bajo los lemas 'No es mi rey' y 'Abolid la monarquía' quiere alzar la voz discordante en medio de la celebración. El principal impulsor de la iniciativa es el grupo de presión Republic, liderado por el activista antimonárquico Graham Smith. Los argumentos de los republicanos son dos: Carlos III no ha sido escogido por nadie, y su coronación costará millones a los trabajadores en un momento de crisis. "Un nuevo Windsor, un jefe de estado no elegido que ha heredado poder y privilegio y una vasta fortuna construida a costa de un imperio y la esclavitud no puede representar a la gente del Reino Unido", sentencia el manifiesto de Republic.

Smith ha avanzado que la protesta será "pacífica y agradable", pero que habrá megáfonos, eslóganes provocadores y posiblemente broncas, "no se tirarán huevos", ha prometido en declaraciones a EFE. "No queremos interrumpir la procesión, solo mostrar al mundo que en el Reino Unido hay una creciente oposición a la monarquía", ha afirmado. El ministerio del Interior británico ya ha advertido a Republic a través de una carta que tendrán "libertad para protestar, pero no para perturbar a los otros", y que la policía podrá detener a aquellos sospechosos de provocar "alteraciones" del orden público.

Carlos III se enfrenta a los reclamos de las excolonias británicas

La muerte de Isabel II el pasado septiembre marcó el fin de una etapa en Reino Unido, pero también en la Commonwealth, la mancomunidad que agrupa a 56 países que actualmente son independientes, pero que en el pasado fueron colonias del imperio británico. Aunque la gran mayoría son repúblicas, Carlos III es todavía el jefe de estado simbólico para 14 de estos estados, incluidos Australia, Canadá, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea o Bahamas, entre otros. Barbados fue el último país en convertirse en república el pasado 2021 y Jamaica podría ser el próximo, ya que ha anunciado un referéndum para 2024.

Carlos III se ha reunido con los líderes de la Commonwealth el día anterior a la coronación. Foto: @Royalfamily / Twitter

La coronación ha motivado a representantes de 12 de estas colonias a reclamar a Carlos III que durante la ceremonia "reconozca el legado del genocidio y la colonización de los pueblos indígenas y esclavos". Entre otras cuestiones, también piden el regreso a sus países de "tesoros culturales y artefactos robados a nuestra gente".

El monarca ya se ha mostrado anteriormente sensible a esta cuestión y ha apoyado una investigación sobre los lazos entre la corona y el esclavismo. Sin embargo, la presión de las excolonias no hará más que aumentar y Carlos III deberá estar a la altura.