La crisis diplomática entre la India y el Pakistán sigue aumentando la tensión entre los dos países. Este domingo, el Ejército pakistaní ha afirmado que las últimas 48 horas ha acabado con la vida de 54 supuestos insurgentes que estaban intentando entrar al Pakistán desde la frontera con Afganistán. El gobierno pakistaní acusa a estos de estar apoyados por la India, mientras el gobierno indio acusa a Islamabad de estar detrás del ataque terrorista que tuvo lugar el martes pasado a la Cachemira controlada por la India, y en que murieron 25 indios y un nepalí, la mayoría turistas.
54 insurgentes asesinados
La oficina de mediados del Ejército pakistaní, que acusa a la India de dar apoyo a los insurgentes, ha confirmado la autoría del asesinato múltiple en la frontera con Afganistán: "Gracias a una intervención precisa y hábil, los 54 insurgentes fueron asesinados", han indicado a través de un comunicado. "Estas acciones de Fitna en el Khwarij (FAK) -como Islamabad denomina desde el año pasado a los talibanes pakistaníes-, en un momento en que la India lanza acusaciones infundadas contra el Pakistán, revelan claramente bajo qué órdenes opera el FAK", ha asegurado el Ejército.
Los intentos de infiltración a través de la frontera afgana se han producido las dos últimas noches en el distrito tribal de Waziristan del Nord, ubicado en la provincia nordoccidental de Khyber Pakhtunkhwa. Según el comunicado del Ejército, "los informes de inteligencia indican que este grupo de insurgentes se infiltraba específicamente a instancias de sus jefes extranjeros para llevar a cabo actividades terroristas de alto perfil en el Pakistán". Los talibanes pakistaníes del FAK son una de las principales amenazas para la seguridad en el país, especialmente en Khyber Pakhtunkhwa.
Crece todavía más la tensión
Esta operación se produce en un momento de creciente tensión diplomática entre India y Pakistán. Mientras el Gobierno indio acusa a Islamabad de estar detrás del ataque terrorista que tuvo lugar el martes pasado en la Cachemira controlada por la India, en la que murieron 25 indios y un nepalí, la mayoría turistas; Islamabad niega estar involucrado y ha pedido una investigación neutral del incidente. Según el comunicado del Ejército, las acusaciones de la India buscan ofrecer un respiro a la insurgencia en el Pakistán.
En este contexto de escalada de tensiones, los dos gobiernos han rebajado significativamente las relaciones bilaterales, ordenando la expulsión de diplomáticos, la revocación de visados de ciudadanos del otro país en su territorio y el cierre de la frontera terrestre mutua. Además, la India ha suspendido el Tratado de Aguas del Indus, firmado en 1960, y que hasta esta semana había sobrevivido a guerras y enfrentamientos entre los dos países.
El conflicto entre la India y el Pakistán ha hecho que desde el jueves más de 1.300 personas, la mayoría indias, hayan atravesado la frontera terrestre entre la India y el Pakistán, según las autoridades indias. Este aumento de la movilidad fronteriza entre los dos países se ha producido antes de que acabara, este domingo, el plazo para que los visados fueran suspendidos. "Entre el 24 y el 27 de abril, han salido 537 ciudadanos pakistaníes y han vuelto a 850 ciudadanos indios", ha dicho el oficial de protocolo de la frontera de Attari, Arun Mahal, en la agencia de noticias india PTI.