La crisis política en los Países Bajos ha hecho colapsado el gobierno y con el fin de este Ejecutivo llega también la del primer ministro Mark Rutte. Este lunes, Rutte ha anunciado que pone fin a su carrera política, después de ser 13 años primer ministro. Es decir, tampoco estará en candidato en las inminentes elecciones en el país. "Han estado especulaciones los últimos días sobre mis motivos. La única respuesta es: Países Bajos", ha afirmado Rutte, ya que el pasado viernes afirmaba "tener energía" todavía para liderar otro gabinete.
El cambio de opinión repentino ha cogido por sorpresa a muchos holandeses que ven cómo, de sopetón, el primer ministro de los últimos 13 años recoge velas. El político liberal, que lideró cuatro gobiernos desde el 2010 y tres tuvieron que dimitir antes del final de la legislatura, anunció su retirada en un discurso parlamentario previo a un debate sobre los motivos que llevaron a la caída de la coalición de centroderecha que gobernó Países Bajos desde enero del 2022. Rutte solo finalizó una de las cuatro legislaturas que lideró desde su llegada por primera vez en el Gobierno en el 2010 y fue la coalición con los socialdemócratas PvdA entre el 2012 y el 2017
¿Qué diferencias han acabado con el gobierno de los Países Bajos?
La coalición de centroderecha ha caído. La noticia se dio a conocer el pasado viernes. A pesar de varias diferencias, la gota que ha hecho tirar el vaso ha sido la reforma de la política de asilo de refugiados. Rutte exigió a sus socios de gobierno una durísima restricción del reagrupamiento familiar de los refugiados de guerra.
El primer ministro poner sobre la mesa limitar 200 los familiares de refugiados reagrupados al mes y un periodo de espera de dos años antes de que puedan viajar a los Países Bajos. Esta propuesta ha sido considerada inviable por los progresistas D66, pero sobre todo por Unión Cristiana (CU), un socio para el cual el respeto a la familia es una línea roja.
Hace meses que Países Bajos intenta alcanzar un acuerdo sobre cómo reformar su sistema de asilo, pero suspender el derecho a reunificar padres, hijos y pareja ya fue un tema inaceptable para D66 y CU. Rutte se ha caracterizado por una política de refugiados muy estricta, hasta al punto que pretendía distinguir entre refugiados personalmente y permanentemente amenazados (por motivos políticos, religiosos o de orientación sexual) y aquellos que huyen de su país por un conflicto armado "temporal", sobre los cuales se asume que se marcharán cuando acabe la guerra en su país. Se trata, pero, de una aproximación muy reduccionista para procesos de migración refugio muy complejos.