El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, presentará ante el parlamento una cuestión de confianza, argumentando que el gobierno en minoría que dirige el país no tiene "todas las condiciones para ejecutar su programa". El mandatario ha realizado el anuncio este miércoles durante la apertura del debate sobre la moción de censura que el Partido Comunista presentó contra él, basada en las acusaciones sobre un presunto conflicto de intereses en unas operaciones inmobiliarias. De esta forma, el primer ministro cede doce días después de hacer frente al fallido intento de la ultraderecha para tumbarlo.

"No estamos disponibles para estar aquí en un ambiente de insinuaciones e intrigas permanentes que solo tienen un objetivo: degradar la vida política y el gobierno con la intención de extraer dividendos partidistas", ha dicho. Montenegro todavía no ha fijado una fecha para la cuestión de confianza, pero ha explicado que esta será la "última oportunidad" antes de tener que convocar elecciones. El primer ministro ha criticado a "los grandes partidos de la oposición" porque no están dando todas las condiciones para permitir al gobierno conservador avanzar con su programa.

Celebrar nuevos comicios en el país lusitano no es una situación "deseable" para Montenegro, pero en caso de llegar hasta este punto, sería "un mal necesario para evitar la degradación de las instituciones y la pérdida de estabilidad política a instancias de unos cuantos agitadores". "Si los partidos de la oposición no aceptan la legitimidad política de la administración para gobernar, dos meses de suspensión de la estabilidad política es mejor que un año y medio de degradación y parálisis", ha dicho el mandatario.

Todo apunta a que el actual primer ministro no contará con suficiente apoyo para superar la cuestión de confianza y los ciudadanos portugueses tendrán que volver a votar en unos nuevos comicios, solo once meses después de que se formara el actual gobierno. Serían las terceras elecciones anticipadas en menos de cuatro años. El Partido Socialista, la principal fuerza de la oposición, ha adelantado que no apoyará a Montenegro. Anteriormente, la formación facilitó la aprobación de los presupuestos para 2025 absteniéndose en una votación en noviembre y también votó en contra de la moción de censura presentada por el ultraderechista Chega.

La caída del actual gabinete dejaría en el aire decisiones importantes, como la posible privatización de la aerolínea estatal TAP, prevista para este año. Asimismo, ante las acusaciones de los comunistas, Montenegro ha explicado que no estaba en activo en política cuando creó la empresa familiar Spinumviva y ha negado haber tomado ninguna decisión posterior que implicara un conflicto de intereses. Ahora bien, el mandatario declaró hace unos días que la compañía pasará a ser totalmente propiedad de sus hijos, que la gestionarán.