Vladímir Putin, el presidente ruso, se ha impuesto en Rusia con el 88% de los votos, aunque el escrutinio todavía no ha acabado. Los tres candidatos rivales, los tres candidatos que la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia aprobó: Leonid Slutski del Partido Liberal Democrático, Vladislav Davankov del Partido Gente Nueva y Nikolai Jaritónov del Partido Comunista, ya han aceptado la derrota y reconocido la victoria de Putin.
La reacción de la comunidad internacional, sin embargo, no se ha hecho esperar. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho que Putin estaba "imitando" una elección más, añadiendo que el líder ruso no se detendría para gobernar para siempre y que su elección no tiene legitimidad. En esta misma línea, el Reino Unido, Polonia, Alemania y los Estados Unidos han criticado el proceso electoral para considerarlo ni libre ni justo. El ministro de Exteriores británico, David Cameron, ha dicho que las elecciones se habían celebrado ilegalmente en territorio ucraniano y ofrecían una "falta de opciones para los votantes y ningún seguimiento independiente". El ministerio de Exteriores polaco ha destacado que la votación se ha llevado a cabo en un contexto de represión. El ministro de Exteriores alemán ha descrito el proceso como una pseudoelección. Y, finalmente, la Casa Blanca, ha destacado que las elecciones "obviamente no han sido libres ni justas".
Más del 74% de participación
La participación a escala nacional ha sido del 74,22% a las 6 de la tarde, cuando han cerrado las urnas, superando el 67,5% que se registró en el 2018. Las encuestas a pie de urna ya mostraban una victoria histórica de Vladímir Putin, aunque ya se sabía que solo había un resultado posible. Así, las encuestas destacaban que Putin, de 71 años, habría ganado las elecciones con casi el 88% de los votos y superará a Joseph Stalin para convertirse en el líder con más años al servicio de Rusia. Putin se presentó para el mandato de seis años contra tres candidatos de partidos que no han criticado su gobierno ni tampoco la invasión de Ucrania.
Si el resultado se mantiene, Putin habrá conseguido un apoyo histórico. En las elecciones presidenciales del 2018, el apoyo a Putin fue del 76,69%, mientras que en el 2012 obtuvo 63,60%, un porcentaje más bajo. En el 2000, Putin solo consiguió el 52,94% de los apoyos, pero en el 2004, ya subió de nuevo hasta el 71,31%. El segundo candidato más votado, según los primeros datos, ha sido comunista Jaritónov con el 4% de los votos, seguido por el representante del partido Gente Nueva, Vladislav Davankov, con 3,86%. El último aspirante es el ultranacionalista Leonid Slutski, que suma el 3% de las papeletas. Los analistas ya decían, antes de las elecciones, que la oposición no sacaría más del 10%.