A partir de ahora, los miembros de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos no podrán descargarse Tiktok en sus teléfonos de trabajo. La red social china que se basa en cortos vídeos está en el punto de mira de las autoridades estadounidenses desde hace años, ya que estas se muestran preocupadas por los vínculos entre la compañía y el gobierno chino. "Los empleados de la Cámara [de Representantes] no están autorizados a descargar esta aplicación en los teléfonos de trabajo. Si resulta que Usted ya la tiene bajada, lo contactarán para que lo elimine", este es el mensaje que se ha enviado a los trabajadores de la Cámara baja, según recoge El País.
Catherine Szpindor, la directora administrativa del Congreso estadounidense, ha argumentado que esta decisión se sustenta en los "riesgos de seguridad" que supone uso de Tiktok en los teléfonos oficiales, los cuales son propiedad del gobierno federal. De esta manera, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sigue los pasos de otros Estados del país, en los cuales las administraciones también están boicoteando el uso de la app.
La mayoría de los 19 estados que ya han adoptado medidas contra el uso de Tiktok en los dispositivos de los funcionarios son republicanos. Este partido ya hace años que extiende la sospecha sobre la empresa china, ya que sostienen que los datos que se extraen de los usuarios acaban en manos del gobierno chino. Esta convicción ha llevado a los republicanos a presentar un proyecto de ley denominado Ley para Evitar la Amenaza Nacional de Vigilancia en Internet, Censura e Influencia Opresivas y Aprendizaje Algorítmico del Partido Comunista Chino.
Una batalla larga contra TikTok
La FCC es la agencia estadounidense encargada de la regulación de todas las comunicaciones, desde la radio hasta internet. Desde hace tiempo que TikTok está bajo el radar de las instituciones americanas y de algunos políticos. El pasado mes de junio, un comisionado de esta, Brendan Carr, pidió que TikTok se retirara de las plataformas de compra de los dos sistemas operativos mayoritarios (Apple y Google), hecho que se traduciría en no poder adquirir la app. El regulador argumentaba que es una amenaza para la seguridad estadounidense, a pesar de su apariencia inofensiva.
Sin embargo, los dos gigantes de la tecnología hicieron caso omiso. La preocupación de los políticos estadounidenses, contrasta con la distancia que están tomando las grandes empresas tecnológicas. Muchas aplicaciones o redes sociales extraen datos de sus usuarios y no siempre las utilizan para mejorar su experiencia, como se ha demostrado con el caso de Facebook. En este caso, sin embargo, quien sustrae los datos no es una compañía estadounidense, sino china.