El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado este domingo que la caída de Bashar al-Asad en Siria ha sido consecuencia directa de las acciones de Israel en la región, lo que analistas de su país solo consideran parcialmente cierta. Bajo creciente presión interna por la situación de los rehenes en Gaza y un juicio por corrupción, Netanyahu ha destacado que la caída de Al-Asad ha sido el "resultado directo de los golpes que hemos infligido a Irán y Hizbulá, los principales apoyos de Al-Asad". Danny Citrinowicz, investigador del Instituto para los Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv, decía a la agencia AFP que Israel habría precipitado los acontecimientos en Siria, pero que la caída de Al-Asad ha sido una consecuencia no intencionada.
¿Cómo afectará la caída de Al-Asad a la región?
La rápida caída del régimen de Al-Asad tiene profundas implicaciones para los principales actores de Oriente Medio. Las fuerzas rebeldes suníes, con un fuerte apoyo turco, han aprovechado un momento de vulnerabilidad en Siria. Los aliados del régimen de Al-Asad estaban preocupados con otros asuntos: Rusia, con su guerra en Ucrania, e Irán y sus aliados, con el conflicto con Israel. Eso brindó una oportunidad estratégica a los rebeldes para avanzar rápidamente a través de Siria hacia la capital, Damasco.
Turquía ya controla efectivamente una franja de territorio en el norte de Siria, donde su ejército ha estado luchando contra las fuerzas kurdas sirias. Ahora, con la victoria de sus aliados de la oposición siria, Turquía espera ampliar su influencia política y militar en Siria, causando más desafíos a la minoría kurda, que lucha por su autonomía.
Israel y la caída de Al-Asad
Israel también se encuentra en una posición estratégicamente mejor. La caída de Al-Asad desarbola el llamado "eje de resistencia", formado por Irán, Siria y los grupos interpuestos de Teherán, como Hizbulá en el Líbano, Hamás en Gaza y los rebeldes Hutí en el Yemen. Es probable que se interrumpan las importantes líneas de suministro militar de Irán a Hizbulá, lo que aislará al grupo militante y probablemente lo debilitará aún más.
Además, la fragmentación de Siria en facciones étnicas y religiosas podría disminuir la atención regional sobre Israel, proporcionando espacio para perseguir los objetivos estratégicos más amplios. Después de que Israel acordara un alto el fuego con Hizbulá el mes pasado, por ejemplo, el primer ministro israelí ha puesto énfasis en un cambio de enfoque para contrarrestar la "amenaza iraní".
Israel entra en Siria por primera vez en 50 años
Las fuerzas terrestres israelíes han cruzado territorio sirio por primera vez en 50 años para proteger a los residentes después de la caída del gobierno de Al-Asad. Las tropas tomaron una zona de amortiguación en los Altos del Golán establecida por un acuerdo de alto el fuego de 1974 con Siria, confirmó Netanyahu. El ejército israelí dijo que también envió tropas a "otros lugares necesarios para defenderlos", como la cumbre del Monte Hermon en el lado sirio de la frontera. Añadió que el despliegue de la fuerza tenía como objetivo brindar seguridad a los residentes.
Israel ha bombardeado lugares sospechosos de almacenar armas químicas y cohetes de largo alcance en Siria para evitar que caigan en manos de actores hostiles, según ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa'ar. Después de 14 años de guerra civil, la caída de Al-Asad ha generado esperanzas, pero también preocupación por un posible vacío de seguridad en el país, que todavía está dividido entre grupos armados.