El pasado 8 de septiembre la reina Elisabet II murió a los 96 años en el castillo de Balmoral después de 70 años de reinado. Después de la muerte de la reina, el Reino Unido declaró 10 días de luto nacional, que culminó con el funeral el 19 de septiembre. Los restos de la reina salieron de Balmoral, en Escocia, 3 días después del anuncio de su muerte, para hacer un recorrido que pasó por Edimburgo hasta llegar a Londres, donde su féretro estuvo expuesto en el palacio de Westminster, durante cuatro días, para que todos los londinenses se pudieran acercar para darle el último adiós. Finalmente, el funeral se celebró en la Abadía de Westminster el 19 de septiembre.
Ahora, 8 meses después de su muerte, y solo unos días tras la coronación de su hijo Carlos III como rey, se han hecho públicas las cifras del funeral y de todos los acontecimientos relacionados. John Glen, el secretario jefe del Tesoro, ha informado a través de una declaración ministerial que el gasto real supuso un coste para las arcas británicas de 162 millones de libras, es decir, unos 186,27 millones de euros.
Garantizar la seguridad del funeral de Isabel II
John Glen ha afirmado que la prioridad del gobierno británico en el momento del funeral era la de asegurar que "estos acontecimientos transcurrieran sin problemas y con el nivel adecuado de dignidad, mientras se garantizaba en todo momento la seguridad del público". Además, también ha informado de cómo se distribuyeron los gastos. La mayoría del dinero lo soportó el Ministerio del Interior, con 73,68 millones de libras (84,91 millones de euros), seguido por el de Cultura, Medios de comunicación y Deporte, con 57 millones de libras (65,69 millones de euros). Mientras tanto, el gobierno regional de Escocia destinó 18,75 millones de libras (21,6 millones de euros) a la capilla ardiente de la monarca.
El de Isabel, es el primer funeral de estado desde lo que se ofreció por la muerte de Winston Churchill en 1965, y ha supuesto el acontecimiento ceremonial mayor desde la Segunda Guerra Mundial. La misma policía calificó este momento como "el operativo mayor que probablemente se ha realizado en el Reino Unido". Según los datos del portal web FactCheck, los acontecimientos estatales más caros organizados por el Reino Unido en las últimas décadas fueron los funerales de la princesa Diana de Gales y el de la reina madre, así como la boda de Guillermo y Kate. En concreto, estos actos costaron entre 7 y 8,4 millones de libras esterlinas, unos 8,06 y 9,67 millones de euros.