Después de 70 días de guerra se hace difícil cuantificar el coste de la invasión rusa sobre Ucrania. A pesar de todo, se calcula que los daños a la infraestructura del país podrían suponer ya 4,27 mil millones de euros a la semana, a medida que las bombas destrozan miles de edificios y servicios públicos. Y claro está, kilómetros de carretera. Según las estimaciones de la Escuela de Economía de Kyiv (KSE) y validadas por el gobierno ucraniano, que recoge el The Guardian, la cantidad de daños y desperfectos totales ya ha superado la cifra de 87.361 millones de euros desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, decidió empezar la guerra en el país, el pasado 24 de febrero. Los académicos han dicho que la cifra aumentó en casi 4.273 millones a la semana hasta el 2 de mayo y han constatado que la estimación es seguramente más baja que el coste real porque las pérdidas de la guerra son difíciles de cuantificar.

Una reconstrucción difícil

Las pérdidas desde la invasión han aumentado en torno al 60% de la producción económica anual. En este sentido, los investigadores han constatado que Ucrania está sufriendo graves daños a la infraestructura, unos daños que serán complicados de reparar o reconstruir. El KSE ha dicho que su proyecto Russia Will Pay, se ha basado en el análisis de miles de informes de daños causados durante la invasión que han sido presentados por ciudadanos, agencias gubernamentales y autoridades locales. Los informes y datos recopilados relacionan los daños causados en edificios, carreteras, fábricas y negocios por las bombas. De hecho, más de 33.000 metros cuadrados de edificios residenciales han estado abatidos por misiles, bombas y han sufrido daños durante la guerra. Más de 23.000 kilómetros de carreteras han sido destrozados o perforados por los bombardeos y casi 90.000 automóviles han sido destruidos.

Una mujer con sus pertenencias al metro de Járrkov, usado durante la guerra como refugio / Efe

Cuatro veces el valor del PIB

Estos datos podrían variar y mucho. De hecho, la misma KSE ha dicho que los costes generales de la guerra, cuando los daños a la infraestructura se mide con el impacto del PIB, paro de invasiones y salida de trabajadores a medida que millones huyen del país, podrían aumentar a 570 mil millones de euros, casi cuatro veces el valor del PIB anual. Según el portal de noticias Ukrinform, Ucrania acabó en el 2021 con el PIB –en dólares– más alto de su historia. El servicio de prensa del Ministerio de Economía exponía que se cifraba en 195 mil millones de dólares (unos 185 mil millones de euros). Ahora bien, según el portal Datos Macro de Expansión, la deuda pública del mismo año era de 82.108 millones de euros, con una deuda del 48,98% del PIB.

En el mes de abril, el Banco Mundial también publicó sus estimaciones. Según recoge la misma publicación, ya entonces la cifra hablaba de unos 56.975 mil millones de euros. Un dato que también se esperaba que pudiera porque el conflicto todavía está en marcha.

¿Cómo se reconstruyen ciudades enteras?

La pregunta no es fácil de responder y en juego hay muchos factores. "El tipo de edificios que estamos viendo, donde han salido los tejados, se tiene que comprobar si la estructura aguanta. Quizás están afectados los cierres porque el impacto ha sido allí. Si ha afectado a la estructura, se tiene que hacer un análisis bien hecho porque puede tener peligro, y entonces se tendrían que derribar. Creo que habrá de todo, algunos se podrán reparar y otros no". Así lo explicaba la decana Colegio de Arquitectos de Catalunya (COAC), Asunción Puig, que destacaba que habrá que mirar como está el edificio y advierte que la reconstrucción será larga y difícil. También pone el acento en las familias, escuelas y hospitales que han quedado afectados. Según detallaba en conversación con ElNacional.cat, estos edificios tendrían que ser una prioridad y reconstruirlos rápidamente.

Residente de la ciudad de Járkov, en bici, contemplando edificios destrozados / Efe

En este sentido, resaltaba que se tendría que mirar todo. "Se tiene que mirar si en los edificios están asentadas las estructuras. Se tienen que sacar los escombros", y comenta que también haría falta prestar atención en el centro de la ciudad, edificios patrimoniales, edificios catalogados y mirar si se pueden restaurar. La situación no es fácil, sin embargo. ¿Y es que, por dónde se empieza? "Es un poco como los terremotos de Lorca o Italia. El primero que se hizo es con equipos de arquitectos y saber qué edificios pueden aguantar con un refuerzo y los que están tocados. En el caso de una guerra pasa un poco lo mismo. Es un trabajo completo y complejo". Así, Puig alertaba de que "los profesionales, sabiendo el año de construcción, pueden saber qué tipo de estructura hay y ya sabes si aguantará o no. Eso también lo hacen mucho los bomberos, primero hacen una actuación y después definen". En un caso como este, o de las imágenes que se han visto donde los edificios están completamente destrozados, la decana exponía que hay que priorizar. De esta manera, hay que saber en qué condiciones está la población, si pueden dormir y comer cada día. "Lo que estamos viendo es que no tienen ni luz ni agua... hay una cantidad de trabajo por hacer".

 

Imagen principal: un edificio residencial en Járkov destrozado por las bombas / Efe