Casi una cuarta parte de la población del Alto Karabaj ha huido a Armenia desde que Azerbaiyán inició un ataque contra la región la semana pasada, según el gobierno de Armenia. Unas 28.000 personas, aproximadamente el 23% de la población de la región, han intentado huir lo más rápido posible, después de que Azerbaiyán haya levantado un bloqueo de 10 meses a la única carretera que conecta la región con Armenia. Este bloqueo había provocado una gran escasez de comida, medicinas y combustible. Ahora bien, hasta ahora, Azerbaiyán se ha comprometido a respetar los derechos de los armenios. Muchos residentes no se lo han acabado de creer y muchos temían represalias.
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Las cifras actualizadas se produjeron cuando el número de muertos por una explosión en un depósito de combustible en el Alto Karabaj aumentó a 68, con 105 personas muertas y 300 heridas, según la oficina del Defensor del Pueblo del Karabaj.
La explosión se produjo mientras la gente hacía cola para llenar sus coches en una gasolinera en las afueras de Stepanakert, la capital de la región, el lunes por la noche. La causa de la explosión todavía no está clara, pero el asesor presidencial del Alto Karabaj, David Babayan, ha dicho que la información inicial sugería que fue debida a una negligencia, añadiendo que era poco probable que se tratara de un sabotaje.
Las autoridades armenias también han dicho que han llevado 125 cadáveres a Armenia desde el Alto Karabaj para su identificación. El Ministerio de Salud del país ha aclarado que todos ellos murieron en combate la semana pasada. El asistente presidencial de Azerbaiyán, Hikmet Hajiyev, ha dicho a través de las redes sociales que los hospitales del país estaban preparados para atender víctimas, pero no se ha comunicado si habrían sido trasladadas hasta allí.
Una guerra de veinticuatro horas
El ejército de Azerbaiyán derrotó a las fuerzas armenias en un bombardeo de 24 horas la semana pasada, lo que obligó a las autoridades de la región a dejar las armas e iniciar conversaciones sobre el "reintegro" del Alto Karabaj.
El combustible, los alimentos y los medicamentos han sido escasos durante estos 10 meses de bloqueo. La explosión todavía ha agravado más la situación, así como la ansiedad entre muchos residentes por si podrían conducir los 35 km hasta la frontera.
El martes, coches con las bacas cargadas al máximo atestaban las calles de Stepanakert, y los residentes estaban de pie o sentados en las aceras junto a montones de equipaje.
Las autoridades del Alto Karabaj pidieron a los residentes que pospusieran su salida para mantener la carretera despejada para los servicios de emergencia y dijeron que se proporcionarían autobuses para quienes quisieran marcharse.