Situación delicada en toda Cuba, que se ha quedado totalmente a oscuras este viernes. Diez millones de personas sin electricidad. Lo ha reconocido ya el Ministerio de Energía y Minas (Minem), asegurando que hay "cero cobertura energética nacional", o lo que es lo mismo, un apagón total. Esta situación se ha producido después de la caída completa del sistema por una avería en una central termoeléctrica clave, informa la agencia Efe. Los apagones en Cuba son habituales dada la falta de capacidad del gobierno para mantener las infraestructuras en un buen mantenimiento. 

El director general de Electricidad, Lázaro Guerra, declaró en la televisión estatal después de que el Minem anunciase previamente en redes sociales que se produjo la "desconexión total" del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Horas después, este organismo informaba que se estaba trabajando en la "restauración" del sistema.

 

 

 

 

Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, señaló que "la dirección del país" está dedicando "absoluta prioridad a la atención y solución de esta contingencia energética de alta sensibilidad para la nación". El máximo líder del régimen afirmó que "no habrá descanso" hasta que se restablezca el flujo eléctrico en el país. De acuerdo con el Minem, el colapso del sistema se explica por un problema en la central termoeléctrica de Guiteras. Esta infraestructura es una de las mayores del país. La incidencia obligó a los técnicos a sacarla del sistema. Esta infraestructura informó este jueves la propia Unión Eléctrica (UNE) de Cuba, necesitaba ya un mantenimiento de algunos días después de estar operativa todo el verano (y contar con más de cuatro décadas de actividad).

 

 

Precedentes y posibles consecuencias

Un caso similar ocurrió años antes, en septiembre de 2022, tras el paso del huracán Ian con categoría tres por el extremo occidental de la isla. Esto provocó un desajuste de graves dimensiones y dejó a oscuras a todo el país. La recuperación llevó días.

Cuba se encuentra hundida desde hace décadas en una grave crisis energética por el déficit de combustible -fruto de la falta de divisas para importarlo- para sus motores y plantas generadoras, y de la obsolescencia de sus siete centrales termoeléctricas, de factura soviética y con falta de inversiones y mantenimientos. Para este viernes, la UNE preveía que, en el momento de máxima demanda, se produjese un apagón que afectaría de forma simultánea al 49% del país. Se trata del segundo mayor porcentaje de afectación previsto en lo que va de año, después de que este jueves se marcase el máximo de cerca de un 51 %. A principios de año ya se registraron tasas superiores al 40 %.

El primer ministro cubano, Manuel Marrero, compareció el jueves de forma inusual en televisión para hablar de la actual "emergencia nacional" y anunció medidas como la paralización de toda actividad laboral estatal no indispensable, que no sean hospitales y centros de producción de alimentos. Los frecuentes apagones dañan la economía cubana- que en 2023 se contrajo un 1,9 % y se encuentra aún por debajo de los niveles de 2019- e impulsan el descontento social en una sociedad afectada por la crisis económica agravada en los últimos años.

Los frecuentes apagones han sido además catalizadores de las últimas protestas antigubernamentales de cierta entidad en la isla, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.