El Gobierno ha anunciado este martes que los cuerpos de los tres catalanes muertos en el reciente atentado terrorista en Afganistán serán repatriados mañana mismo. Así lo ha confirmado el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, quien no ha dado más detalles por "privacidad" y porque los hechos están bajo investigación de la Audiencia Nacional y bajo secreto de sumario. En todo caso, ha confirmado que los cadáveres de Susana Vilar y su hija Elena Schröder (ambas farmacéuticas, nacidas en Figueres y Barcelona), y el gerundense Ramon Bellmás (ingeniero de profesión) saldrán del país asiático este miércoles. Desde la plaza Sant Jaume, después de asistir al minuto de silencio convocado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, Prieto ha lamentado la muerte de las víctimas, ha condenado el ataque terrorista del viernes pasado y ha reivindicado el trabajo "absolutamente imprescindible" del embajador de España a Afganistán, Ricardo Losa, y todo su equipo para acelerar los trámites de repatriación.
Hacia la misma hora, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha explicado también que los tres cuerpos saldrán del país "de manera inminente", si bien sin concretar el día de salida. Por otra parte, Albares se ha referido a la situación en que se encuentra una turista española que resultó herida durante el ataque. Actualmente, está ingresada en un hospital afgano, y su condición de salud "ha empeorado", de manera no se procederá a su retorno inmediato. Por eso, la delegación diplomática especial enviada por España a Kabul se mantendrá hasta que salgan del país todos los turistas afectados por el atentado del viernes.
Tres muertos y siete heridos en un ataque de Estado Islámico
El sábado pasado, horas después de los hechos, Albares ya informó de que el Estado repatriaría los cuerpos de los tres catalanes muertos tan pronto como fuera posible, después de haber contactado con las familias y enviar personal diplomático de la Unión Europea al país para gestionar el caso. En aquel momento, el ministro ya apuntó a la posibilidad de que se tratara de un atentado terrorista, cosa que finalmente se acabó confirmando. El domingo, Estado Islámico reivindicó el ataque en un comunicado difundido a Telegram, afirmando que habían abierto fuego con ametralladoras contra "siete cristianos", en referencia a los ciudadanos occidentales muertos, y unos cinco chiíes. Un total de siete personas han sido detenidas en relación con este ataque contra un grupo de turistas.
El atentado tuvo lugar en la ciudad de Bamian, que según Estado Islámico es un destino importante para los turistas cristianos y paganos porque contiene estatuas de Buda", consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Según un testigo, un grupo de turistas se encontraba en un mercado de la ciudad cuando una persona empezó a disparar desde un callejón próximo de manera indiscriminada. Además de las víctimas mortales, siete personas resultaron heridas, de las cuales tres son afganas y las otras son de España, Lituania, Noruega y Australia.