Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, diferentes organizaciones y activistas se dedican a documentar crímenes de guerra. El propósito es, tal como dicen, proteger a las víctimas de las agresiones armadas rusas en Ucrania y llevar ante la justicia a los principales líderes de la Federación Rusa, así como los perpetradores directos de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Eso es precisamente lo que intenta hacer Oleksandr Pavlichenko, que trabaja para Ukraine. 5 am Coalition y Tribunal for Putin. Y es que desde el comienzo de la invasión rusa en el país el pasado 24 de febrero, los activistas de derechos humanos han estado registrando crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y graves violaciones de derechos humanos. Estos incluyen, aunque no se limitan, a matar, herir civiles, destruir edificios civiles, lugares culturales, saquear, utilizar civiles como escudo, reclutar personas desde Crimea y el Donbás para el ejército o secuestrar personas.
Ambas organizaciones trabajan desde el inicio de la guerra, recopilando y organizando información. También brindan protección legal a las víctimas. Los miembros de las organizaciones tienen experiencia y conocimientos profesionales relevantes que les ayudan a desarrollar este tipo de tareas, ya que desde el 2014, con la agresión de Rusia a la región del Donbás y la anexión de Crimea empezaron a recoger datos y han seguido centenares de presentaciones ante tribunales. "Recopilamos todo tipo de crímenes sin distinción", destaca Pavlichenko, en conversación con ElNacional.cat. "Intentamos tener la fotografía completa de todo lo que pasa, datos de todas las regiones e intentamos poner todo el material sobre la mesa. Cada región reporta todo lo que está pasando, todos los crímenes quedan recogidos por días en crónicas permanentes de todo lo que pasa. Posteriormente, lo ponemos en una base de datos". El siguiente paso, explica, es ponerlo en conocimiento de los abogados. "Trabajamos con varias organizaciones, también con el Corte Criminal Internacional (CCI) y el Tribunal de Justicia Europeo. A escala nacional también, pero ahora mismo no es muy útil y muy difícil por la guerra. En este sentido, trabajamos para recopilar información y documentación y prepararlo todo para cuando se pueda poner en marcha la maquinaria". Hasta ahora, asegura que se han documentado más de 2.000 casos desde el principio de la guerra.
La difícil tarea de documentar crímenes de guerra
Precisamente, sin embargo, porque el país está en guerra resulta complejo y difícil de entender cómo se puede trabajar sobre el terreno. Preguntado por esta cuestión, Pavlichenko detalla que usan "monitores en diferentes regiones". Sin embargo, no solo se basan en eso. "Hacemos entrevistas personales de acuerdo con las cosas que les han pasado. Tenemos unos cuestionarios que tendrían que ser llenados y en función de eso, introducimos los datos en esta base de datos. Hay otros procesos que utilizamos que por protección no puedo detallarte". Pero no únicamente reciben vulnerabilidades de ucranianos, también de los rusos. "Recibimos del enemigo, y tienen que ser evaluadas y comprobadas. No queremos propaganda ni fake news, y en estas circunstancias es difícil. Precisamente por eso, lo tenemos que verificar todo". De esta manera, constata que tienen acuerdos con organizaciones que hacen un trabajo similar con el fin de poder intercambiar información y darse apoyo y apoyo legal. "Ofrecemos asistencia y protección legal".
Destaca que se ha encontrado con algunos casos de personas muertas en Mariúpol o Kyiv sin documentación o niños con un padre, que no puede cruzar la frontera, pero no tienen ningún otro familiar. "La administración tiene que actuar deprisa, aunque todo cuesta más porque estamos en guerra. No vale en estos casos solo tener la foto. Hay que saber más allá. Tienes que tener un certificado para poder cruzar la frontera y quizás no lo tienes porque la persona que lo tenía que hacer está muerta o está herida. También actuamos en estos casos". Pavlichenko menciona dos ciudades concretas y nosotros queremos saber cuáles son las ciudades o municipios más afectados por los crímenes de guerra. "No te puedo decir solamente una ciudad", dice mientras enumera una larga lista de municipios ucranianos afectados. "Muchas ciudades han sufrido crímenes de guerra, no hace falta ni que te diga Kherson, que está ocupada y Mariúpol, que está siendo devastada". Y resalta: "Piensa que han hecho de todo, han robado, violaciones brutales del derecho internacional, han destrozado lo que han encontrado, han matado gente de manera aleatoria... en algunos casos es dificilísimo documentar y encontrar la información pertinente".
Juicio nacional vs. juicio internacional
"Putin y el Kremlin son responsables por todos estos crímenes. Tendría que ser presentado en todas partes así. En casos particulares, son algunos soldados y representantes de las fuerzas rusas, pero es igual quien era el piloto del avión que bombardeó hace tres semanas una ciudad. ¿Quién ha dado la orden? Hay gente muerta por estos bombardeos. Los perpetradores son conocidos y están en el Kremlin", sentencia. La cantidad de trabajo de documentar todo lo que está pasando en Ucrania no es nueva. Tal como expone, todo empezó el año 2014. "Ahora, tendríamos que pensar cómo serán juzgados y eso tendría que ser a escala nacional. Habría que investigar a escala nacional, no internacional, porque no me malinterpretes, pero los procesos son largos. Quizás dentro de 20 años, encontrarán a 3 o 4 culpables. Eso tendría que ser fuerte, rápido y con un efecto inmediato. Se tendría que investigar y detener a los culpables, sin embargo, la guerra lo dificulta todo".
De esta manera, para agilizar los procesos comenta que habría la posibilidad de introducir un nivel híbrido a escala nacional y llevar jueces internacionales. Aunque asegura que nacionalmente "sería más rápido y eficiente. Perdón por decirlo otra vez, pero los procesos no van muy deprisa". "Yo no soy político y no decidiré qué acaba pasando, no obstante, somos muchos los que creemos que proponer expertos internacionales en un juicio nacional podría facilitar las cosas".