Ha habido polémica este martes en el debate para las elecciones en Estados Unidos entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump por unas declaraciones estrambóticas del candidato del Partido Republicano sobre que los inmigrantes están ocasionando problemas al país como comerse las mascotas de la gente en la ciudad de Springfield, Ohio. Los moderadores del debate, en la cadena ABC, rápidamente desmintieron eso citando las autoridades de la ciudad, que comunicaron que no se habían dado en ningún caso estos hechos. Por su parte, Harris se rio y dijo que lo que decía su rival era "increíble" y "extremo".

Donald Trump afirmó en su primer cara a cara contra Kamala Harris que "en Springfield, la gente que ha llegado, se está comiendo a los perros, a los gatos... Se están comiendo las mascotas de la gente que vive allí", afirmó el exmandatario de la primera potencia mundial y candidato republicano a volver a la Casa Blanca. "Eso es lo que está pasando a nuestro país, es una vergüenza", subrayó Trump. Cuando el periodista David Muir le rebatió que las autoridades locales negaron estas afirmaciones, Trump se reafirmó con lo siguiente: "He visto gente en la televisión... la gente dice 'se llevaron mi perro y lo usaron para comer', aunque el administrador de la ciudad diga eso".

Por su parte, el candidato a vicepresidente de Trump, el joven conservador J.D. Vance, defendió en las redes sociales los comentarios de su compañero de tándem electoral asegurando que nada era falso. Vance, precisamente senador por Ohio, afirmó que la comunidad haitiana en la zona "había causado muchos problemas" y apuntó a la "desaparición de animales". "Muchos de mis electores han dicho que eso ha estado pasando", apuntó Vance, que reiteró que las autoridades locales no deben estar al corriente de lo que pasa. Según Vance, esta comunidad habría sacado gansos de los estanques locales y los habrían sacrificado.

Rumores que campan por Ohio

Todo viene de una queja de un vecino de Springfield, Ohio, que el pasado 27 de agosto se quejó de los inmigrantes haitianos en este sentido y pidió a las administraciones públicas que hicieran alguna cosa al respecto. El hombre aseguró sin aportar pruebas que esta comunidad estaría capturando patos en un parque local para comérselos. Después empezaron a salir y viralizarse en las redes sociales mensajes de personas que decían haber visto o sentido que los inmigrantes haitianos se habían comido un gato y patos y gansos. La policía local afirmó haber oído los rumores, pero aseveraron que no había informaciones creíbles ni reclamaciones específicas sobre mascotas de la ciudad afectadas. El alcalde de la ciudad, Rob Rue, también ha afirmado que no hay casos documentados de situaciones como las que relataba Trump y que eran rumores.