Más de una veintena de personas han resultado heridas este miércoles en Kabul, en la capital de Afganistán, después de que se produjera una fuerte explosión en una mezquita de la ciudad. El incidente ha tenido lugar durante la congregación de la oración de la tarde. "Al menos 27 personas han sido recibidas en nuestro hospital hasta el momento después de una explosión en la zona del distrito policial 17. Hay cinco niños entre los heridos, incluyendo a un niño de siete años", ha informado a la ONG italiana Emergency en su cuenta de Twitter. La organización cuenta con uno de los principales hospitales de Kabul.

Afganistán sigue sufriendo atentados de manera periódica. Y la mayoría de estos actos se reivindican por la filial que Estado Islámico tiene en este país. Por ejemplo, la semana pasada un clérigo afín a los talibanes murió por culpa de un ataque suicida. Hace falta tener en cuenta, también, que el pasado 15 de agosto se cumplió el primer aniversario de la huida de los Estados Unidos de este país y de la llegada al poder de los talibanes, veinte años después del derribo su primer régimen.

La situación de los afganos refugiados en el estado español, un año después

Un año después de la toma de control total del régimen talibán sobre Afganistán, los refugiados que llegaron al estado español siguen enfrentándose a muchas dificultades, que hacen todavía peor su diáspora. Hace un año que miles de afganos aterrizaban en el aeródromo de Torrejón (Madrid), dos tercios de los cuales siguen inmersos en el proceso de acogida. La mayoría, según han apuntado las entidades encargadas de esta acogida, tienen la dificultad más grande en el acceso a la vivienda.

"Se les dio una vía preferente de solicitud de protección", destaca la directora de Políticas y Campañas del Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), a Paloma Favieres, que también valora "la ágil resolución" que la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) realizó a día de los expedientes, según recoge Europa Press. Según Maite Bueno, del área de acogida de Accem apunta que la gestión de la llegada de los refugiados afganos se demostró que "el sistema tiene capacidad de reacción" y que, aunque "es importante" no tener que funcionar a golpe de reacción", sí que se ha determinado que se puede hacer.

Sobre la estancia de refugiados en el sistema español, tanto Accem como CEAR responden con calificativos positivos. "Se están cumpliendo objetivos", reconoce Bueno, mientras que la coordinadora de acogida de CEAR, Áliva Díez, apunta que "las necesidades básicas se cubrieron bien y con rapidez". Sin embargo, hay algunos aspectos de la acogida que son más difíciles: el acceso a la vivienda. La vivienda es, justamente, uno de los impedimentos mayores que afrontan los refugiados, ya que les facilita un aspecto clave: la independencia.