Casi de forma religiosa el Partido Republicano y el Partido Demócrata hace años que adoptan posiciones contrarias, incluso en aquellas áreas en que tradicionalmente han compartido objetivos, por ejemplo, la financiación militar fuera de sus fronteras a sus aliados. Sin embargo, la polarización de los Estados Unidos (EE. UU.) los últimos años ha ensanchado la brecha entre los dos partidos. Ahora, incluso el apoyo militar a Ucrania es una trinchera para que las dos formaciones choquen. Por una parte, los demócratas se erigen como los grandes defensores de las ayudas militares, mientras los republicanos afirman que cortarán el grifo. El candidato de los republicanos a liderar la Cámara de Representados, Kevin McCarthy, es uno de los grandes defensores a limitar las ayudas en Kyiv.
Así pues, ¿peligra el apoyo económico y militar estadounidense a Ucrania? La administración Biden se muestra convencida de que no, pero justo ahora los republicanos asumen el control de la Cámara de Representantes, clave para estas ayudas. A pesar de todo, desde el gobierno estadounidense se remarca que finalmente los dos partidos continuarán al lado de Ucrania. "Estamos absolutamente convencidos de que nuestra posición sobre Ucrania seguirá disfrutando del apoyo de los dos partidos. Así lo hemos visto una vez y otra", dijo en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Sin embargo, los republicanos se muestran reticentes a dar apoyo a Kyiv contra la invasión rusa, alegando motivos económicos. El mismo McCarthy ha justificado su posición reprochando a los demócratas haber dado "un cheque en blanco" a los ucranianos. Las posibles aspiraciones de recortar el presupuesto hacia Ucraïna de McCarthy están quedando truncadas, ya que actualmente el Partido Republicano vive una guerra interna que lo aleja de tocar el presupuesto ucraniano momentáneamente.
La visita de Zelenski, un arma de los demócratas
Hace meses que varios políticos republicanos cargan contra la inversión de la administración Biden por dar apoyo a Kyiv. Justamente, la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el pasado 21 de diciembre era clave para los demócratas con el fin de contrarrestar el discurso republicano. Zelenski reservó su primer viaje fuera del territorio ucraniano desde la invasión de Rusia a los Estados Unidos.
En su viaje se reunió con varios dirigentes de los Estados Unidos, incluyendo al presidente Joe Biden. Además, también se dirigió al Congreso estadounidense, ante el cual agradeció su apoyo y recordó que la guerra no ha acabado. Si bien muchos medios reconocieron y aplaudieron la intervención de Zelenski, los más republicanos cargaron contra él, siguiendo la línea de los pesos más pesados del partido. A pesar de todo, la visita se encerró con una nueva remesa de misiles Patriot preparada para las filas ucranianas, así que fue un éxito para los demócratas y para Kyiv.