La justicia ha denegado la libertad condicional al exatleta paralímpico Oscar Pistorius, condenado a 13 años y cinco meses de prisión por asesinar a su pareja, la modelo Reeva Steenkamp, en 2013. Así lo ha comunicado el Departamento de Servicios Penitenciarios de Sudáfrica.

La junta de libertad condicional, que incluye representantes del servicio penitenciario, la policía y civiles, ha tomado esta decisión en una audiencia celebrada a puerta cerrada en el Centro Correccional Kgosi Mampuru II de Pretoria.

Fotografía del Centro Correccional Kgosi Mampuru II de Pretoria / EFE

Pistorius, de 36 años, solicitó el año pasado al Tribunal Superior de Pretoria que obligara a los funcionarios de prisiones a celebrar una audiencia de libertad condicional, al afirmar que había cumplido más de la mitad de la condena por el asesinato de Steenkamp. Y es que la ley sudafricana marca que los delincuentes que cumplen la mitad de la condena pueden ser candidatos a la libertad condicional.

Fotografía de Reeva Steenkamp y Oscar Pistorius en una entrega de premios deportivos en Johannesburgo el año 2012 / EFE

Pistorius mató a tiros su pareja el día de Sant Valentín. En aquel momento, Pistorius aseguró que confundió Steenkamp con un intruso. Pero el tribunal acabó desestimando la versión de los hechos de Pistorius y sentenció que Pistorius actuó con pleno conocimiento al disparar contra Steenkam.

Al llegar a la audiencia, la madre de SteenkampJune, ha lamentado que Pistorius no haya cumplido el programa de rehabilitación en el que decidió participar y ha rechazado de forma contundente que se le ponga en libertad condicional. "Ni tiene remordimientos ni está rehabilitado", ha afirmado June, según declaraciones recogidas por la radiotelevisión estatal sudafricana (SABC).

Un caso lleno de cambios

En 2014, Pistorius fue condenado a cinco años de prisión por homicidio culpable. Entonces, la jueza del caso, Thokozile Masipa, consideró que había circunstancias atenuantes. Sin embargo, un año más tarde, la Corte Suprema de Apelación de Sudáfrica anuló la condena por homicidio y lo declaró culpable de asesinato. Y en 2016, la magistrada Masipa lo sentenció a seis años de prisión.

Más tarde, en 2017, después de un nuevo recurso de la Fiscalía, la Corte Suprema de Apelación incrementó la pena hasta 15 años. Cabe mencionar que 15 años es el mínimo contemplado por la legislación sudafricana en casos de asesinato.

Finalmente, la sentencia fue de 13 años y cinco meses de prisión porque se descontaron los que pasó en libertad bajo fianza y bajo arresto domiciliario.