Escocia ha seguido la tendencia del conjunto del Reino Unido y ha optado, mayoritariamente, por dar apoyo al laborismo para echar a los ‘tories’ del 10 de Downing Street, condenando a los independentistas del SNP a su peor resultado electoral desde el 2010. El Partido Nacional Escocés contaba hasta ahora con 48 de los 57 escaños escoceses, pero los resultados apuntan que se podría quedar solo con ocho. El líder del partido y primer ministro escocés, John Swinney, ha admitido que la formación ha sufrido una derrota “muy y muy difícil y perjudicial”, con unas cifras “muy bajas”. “Tenemos que escuchar atentamente lo que nos dice la gente en estas elecciones”, ha admitido Swinney, que está en el cargo después de una serie de crisis en los independentistas.
Hace solo un par de meses dimitió el primer ministro escocés y líder del SNP Humza Yousaf a raíz de la ruptura de los independentistas con los Verdes. Lo relevó el hasta entonces ministro de Economía, Swinney, que, aparte de gobernar en minoría, tiene que liderar un partido en dificultades desde la dimisión en febrero del 2023 de la exprimera ministra Nicola Sturgeon, vinculada a un caso de financiación irregular del SNP.
Una noche “cataclísmica”
Los laboristas se han impuesto en toda la zona más poblada de Escocia, incluidos los escaños de Glasgow y Edimburgo, agravando los problemas del independentismo. Una de las diputadas del SNP en Westminster que ha perdido el escaño es Mhairi Black, que ha asegurado que “aquello que tenía que ser una noche difícil ha resultado ser cataclísmica”. “Culpar a los votantes, o hacer cualquier otra cosa que no sea una reflexión seria, es precisamente el tipo de actitud que ha alejado el SNP de tantos votantes”, ha afirmado en un mensaje en X.
Derrota de los conservadores en el Reino Unido
La caída de los 'tories' en el Reino Unido se debe en parte al inédito avance de la formación populista de derechas Reform UK del antiguo eurodiputado eurófobo Nigel Farage, que personalmente ha ganado un escaño en la Cámara de los Comunes (baja) después de siete intentos, y se prevé que la formación llegue hasta 13. El Partido Laborista de Keir Starmer ha ganado por una abrumadora mayoría absoluta las elecciones generales, mientras que los conservadores de Rishi Sunak han sufrido la peor derrota de su historia después de 14 años al poder.
Después de conocer su reelección como diputado por la circunscripción del norte de Richmond y Northallerton, Sunak ha admitido que “el Partido Laborista ha ganado estas elecciones”, mientras que su rival, Keir Starmer, ha celebrado el triunfo y declarado que “el cambio empieza ahora”. “¡Lo hemos hecho”!, ha dicho un exultante Starmer en un discurso ante sus partidarios, en el que ha asegurado que el país tiene ahora “la oportunidad de recuperar su futuro”. Según su opinión, los británicos se despertarán hoy para descubrir que “finalmente se han quitado un peso de los hombros de esta gran nación”. Por su parte, Sunak ha felicitado por la victoria al líder laborista y se ha disculpado por los pobres resultados de su formación.