Los espías rusos preocupan al ejército noruego. El gobierno de Noruega ha anunciado esta semana que incrementará el nivel de alerta militar por la inseguridad que les genera Rusia en plena guerra en Ucrania y ahora que se han convertido en los principales proveedores de gas natural a la Unión Europea. En una entrevista del rotativo alemán Handelsblatt publicada este domingo, un coronel noruego considera que el sabotaje de los gasoductos noruegos por parte de agentes rusos "es un escenario realista" ante el conflicto con Moscú, y por eso han endurecido la vigilancia de la infraestructura, aunque admite que un ataque podría pasar perfectamente desapercibido por la inmensidad de las infraestructuras. Las nuevas medidas de seguridad llegan después de que el conducto Nord Stream sufriera una explosión y que un hombre fuera detenido por las autoridades noruegas y acusado de espiar por Rusia.
Aumenta la alerta militar en Noruega
"Estamos en la situación de seguridad más grave en varias décadas. No hay ninguna indicación que Rusia amplíe su acción militar en otros países, pero el aumento de la tensión hace que estemos más expuestos a amenazas y al espionaje. Todos los países de la OTAN tienen que estar en guardia, también Noruega", dijo este lunes en una rueda de prensa el primer ministro, Jonas Gahr Støre. El ministro de Defensa, Bjørn Arild Gram, añadió en la misma comparecencia que se trata de una "nueva fase" en el refuerzo de la alerta militar iniciado ya después del inicio de la invasión rusa de Ucrania el febrero pasado. "No todo lo que se hace se ve, ni se puede hablar de manera abierta", afirmó Gramo, evitando dar más detalles. Noruega ha aumentado en los últimos meses la presencia militar, especialmente en torno a infraestructura crítica en el mar del Norte, después de las explosiones registradas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico.
Espionaje ruso en Noruega
Las autoridades noruegas han detenido en las últimas semanas a varios ciudadanos rusos por hacer volar drones, hecho que consideran una violación de las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia, a la mayoría de las cuales este país nórdico se ha adherido. Cuatro personas permanecen detenidas a la prisión preventiva por este motivo, mientras cuatro rusos más arrestados por presuntamente fotografiar instalaciones protegidas fueron puestos en libertad hace dos semanas al confirmarse que eran turistas y que no habían filmado material comprometedor. También permanece provisionalmente en la prisión un investigador con pasaporte brasileño, que trabajaba como profesor invitado en la Universidad de Tromsø, al cual los servicios secretos noruegos acusan de usar una identidad falsa y de actuar como espía para Moscú.