La toma de posesión de Donald Trump como 47.º presidente de Estados Unidos este lunes ya ha traído las primeras consecuencias en la comunidad digital. El hombre más rico del mundo y propietario de X, Elon Musk, tendrá a partir de ahora un papel fundamental en la política internacional y en el gobierno de Trump. Como protesta a Musk y a la deriva de X, varias entidades ecologistas han decidido dar un paso adelante y dejar de utilizar la red social, X. Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace han anunciado su salida definitiva y el paso a Bluesky, una red social que ha recibido más de 11 millones de suscripciones después de las elecciones en los Estados Unidos, el pasado mes de noviembre. Las entidades ecologistas se suman así a una acción que están protagonizando decenas de organizaciones y colectivos, una ola que se inició con la salida del medio británico The Guardian, una semana después de consolidarse la victoria del republicano. Otros medios del Estado español como La Vanguardia o El Mundo Today también han dejado X.
X, un "peligro para la democracia"
Las asociaciones han denunciado a Musk de utilizar la plataforma "con finalidades políticas" y convertirla así en "un peligro para la democracia". A través de un comunicado han vinculado al magnate tecnológico con las agrupaciones políticas de ultraderecha y han denunciado su intromisión "en las elecciones generales de otros países". Aparte de señalar las afinidades políticas de Musk, el comunicado también hace referencia a los bulos y la desinformación que se publican en X. "Twitter no era ajena a los sesgos antes que llegara Musk, pero el nivel de toxicidad ha ido en aumento", han apuntado. Un ejemplo es el vídeo falso que apareció a finales del mes de julio, el multimillonario compartió en su cuenta donde se podía ver a la candidata demócrata, Kamala Harris, admitiendo que era una marioneta del "Estado profundo".
Las organizaciones ecologistas optan por promover la migración a otras redes sociales que respetan los principios básicos de la libertad digital: la gestión de los datos propios, la portabilidad de la audiencia y la pluralidad algorítmica. Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace ya cuentan con perfiles en Bluesky, una red que asumen que no es perfecto, pero que sí que cumple "con los principios básicos", como por ejemplo, que el usuario puede crear sus propios algoritmos, de tal forma que no les impone la misma red social.
Yolanda Díaz y Sumar
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado su decisión de abandonar la red social X, después de que su dueño, Elon Musk, emulara "el saludo nazi" en un acto por la investidura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La exlíder de Sumar ha denunciado en X que "desde hace meses, Elon Musk ha estado utilizando X con finalidades políticas. Esta ha dejado de ser una herramienta de comunicación, o una red social, para pasar a ser un mecanismo de propaganda que utiliza su algoritmo para prevalecer unas ideas sobre otras y afectar con eso a la opinión pública". Díaz ha recordado que anoche "todo el planeta" pudo ver cómo el magnate sudafricano emuló el saludo nazi, y que le parece "una imagen muy dura" que le ha hecho tomar una decisión que hace meses que está meditando, después de que multitud de universidades públicas, medios de comunicación u organizaciones políticas y sindicales hayan abandonado X. En una entrevista este martes en TVE ha admitido que es una decisión complicada, pero que no quiere formar parte de una red social que funciona con un algoritmo que fomenta las ideas xenófobas y contra los derechos humanos "de la internacional del odio".
En la misma línea se han manifestado otros diputados de Sumar, e incluso, la misma cuenta oficial del partido han anunciado su intención de dejar la red social propiedad de Elon Musk, argumentando los mismos motivos que Díaz. "Lo que ha sucedido en los últimos días nos ha llevado a tomar la decisión de dejar de publicar en X. Lo hacemos siguiendo el llamamiento de centenares de colectivos, medios de comunicación, universidades públicas y millones de personas organizadas y no organizadas," ha comunicado Sumar en un mensaje, reivindicando que las redes sociales "no pertenecen a ningún millonario" y que "son de la gente". En la última publicación en su cuenta de X han advertido "o fascismo o democracia. Adiós".
También se ha sumado el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha recalcado que "las redes sociales son una herramienta para el debate público" y que X, no obstante, "se ha convertido en el altavoz de una oligarquía de extrema derecha y sus tentáculos que fomentan el odio y la desinformación". "Por eso, hoy dejo de utilizar esta cuenta", ha anunciado Urtasun en un comentario publicado en su cuenta de X.
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, también se ha unido a esta salida argumentando que "el saludo nazi" de Musk "no es un resbalón, una provocación o un error," sino más bien una declaración de intenciones. "Vivimos marcadas por las contradicciones, pero ha llegado a ser insostenible seguir alimentando el negocio de un multimillonario que juega a ser dictador. Dejo X porque no es una plataforma de intercambio de opiniones, es el negocio de la desinformación", ha indicado en su cuenta.
Las universidades dejan X
La semana pasada más de 60 universidades alemanas anunciaron su salida de X. Las entidades educativas alemanas aseguran que el discurso de la plataforma se ha radicalizado, y cargan contra un algoritmo que, afirman, muestra preferentemente contenidos populistas de ultraderecha, restringe el alcance de las contribuciones científicas y no promueve el debate democrático. La decisión de las universidades alemanas llegaba después de que Elon Musk entrevistara a Alice Weidel, dirigente de partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). El partido neoliberal parte segundo en las encuestas de intención de voto del país de cara a las elecciones del 23 de febrero. Las universidades han reaccionado a la entrevista y a la deriva reaccionaria de la red social, y afirman que sus valores —como el rigor científico, la diversidad, la transparencia o el discurso democrático— ya no son compatibles con seguir en la plataforma.
La iniciativa fue anunciada por la Universidad Heinrich Heine de Dusseldorf. Los acontecimientos en X muestran que la plataforma ya no está a la altura de su responsabilidad de promover un discurso justo y democrático. Como instituciones científicas no podemos aceptar eso", apuntó a la rectora de esta universidad, Anja Steinbeck.
Muchas universidades reconocidas alemanas se han sumado a este movimiento, entre las cuales destacan la Universidad de Humboldt, la más antigua de Berlín. La Universidad Bauhaus de Weimar también se ha unido al boicot, también la Universidad de Potsdam de Brandeburgo, la Viadrina de Frankfurt, la TU Dresden o la West Saxon de Zwickau, entre muchas otras. Algunas, como la Universidad de Erfurt en Turingia y la Escuela Técnica Superior de Berlín, ya dejaron X en noviembre.