Se han registrado al menos 30 niños víctimas de desnutrición en Gaza, pero casi todos murieron en el norte, hasta hace poco la zona con la escasez más extrema de alimentos y atención médica, donde un alto funcionario de ayuda norteamericana dijo que el hambre se había apoderado de algunas zonas. La llegada de tropas israelíes en Rafah en mayo cambió el sombrío cálculo de la amenaza en la franja, destaca el The Guardian.

Durante meses, el norte de Gaza, aislada por un cordón militar israelí, había sufrido más hambre que el sur. La ayuda llegó principalmente a la franja a través del cruce de Rafah con Egipto y la puerta de entrada de Kerem Shalom desde Israel.

Ahora la frontera con Egipto está controlada por tropas israelíes, el cruce de Rafah está cerrado y los combates han asfixiado los envíos de ayuda humanitaria a través de Kerem Shalom. El suministro de ayuda humanitaria a Gaza en general se ha reducido en dos tercios desde el 7 de mayo, cuando empezó la operación, según mostraron las cifras de la ONU la semana pasada. Gran parte de los alimentos que todavía llegan a Gaza se envían hacia el norte a través de nuevos cruces, cosa que significa que la crisis se ha aliviado, pero la gente en el sur se está quedando sin suministros, dijo la cabeza del Programa Mundial de Alimentos para Palestina.

Aceleración de las muertes y enfermedades

El colapso del acceso a alimentos y atención médica puede ser una tragedia en cámara lenta, pero ahora amenaza casi todo el sur del enclave, según constata el mismo diario británico. Veinte agencias de ayuda internacionales advirtieron la semana pasada que "el impredecible goteo de ayuda hacia Gaza ha creado un espejismo de mejor acceso, mientras que la respuesta humanitaria está en realidad a punto del colapso". Ahora temen "una aceleración de las muertes por hambre, enfermedades y asistencia médica denegada", han dicho en un comunicado conjunto los grupos, incluidos Médicos Sin Fronteras, Oxfam y Save the Children. El sábado se registró otra muerte infantil por desnutrición en Deir en el Balah, un niño de 13 años. Estas dos pérdidas en una semana son probablemente un indicador de una emergencia mucho mayor.

La mayoría de los niños menores de cinco años en Gaza pasan días enteros sin comer nada. Una encuesta instantánea, que analizó el acceso a los alimentos durante tres días en mayo, encontró que el 85% pasó como mínimo un día sin alimentos, dijo la portavoz de la OMS, Margaret Harris.

La falta de alimentos no es el único riesgo. La falta de agua potable y saneamiento también significa que los niños corren un riesgo mucho mayor de contraer enfermedades infecciosas, que son particularmente peligrosas para los más pequeños. El cierre de la mayoría de los hospitales y clínicas, los daños a que todavía funcionan y el grave amontonamiento hacen que los padres tengan dificultades para acceder incluso a la atención básica para las enfermedades gastrointestinales, y todavía menos a la estrecha vigilancia y tratamiento necesarios para recuperarse de la desnutrición. Save the Children ha dicho que ya no hay ninguna ruta para llevar a cabo evacuaciones médicas de niños que necesitan tratamiento urgente fuera de Gaza.