Si el martes supimos que se había llegado a un entendimiento, este miércoles hemos conocido los detalles del acuerdo de gobierno en Alemania entre conservadores y socialdemócratas. El acuerdo de coalición ha llegado en un momento de grandes incertidumbres geopolíticas y económicas provocadas por la guerra comercial de Estados Unidos y la guerra de Ucrania, y se ha escenificado como la vuelta al escenario mundial de una Alemania fuerte y capaz de actuar. "Alemania tiene un gobierno capaz de actuar y fuerte", ha señalado el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y futuro canciller, Friedrich Merz, mes y medio después de las elecciones generales del pasado 23 de febrero.

Merz ha remarcado que "nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro del país, nos jugamos el futuro de la gente del país y nos jugamos el futuro de Europa", ante "las crecientes tensiones políticas globales": "No sabemos en qué dirección evolucionará la situación internacional, pero por eso nuestro mensaje de hoy es todavía más claro: queremos y contribuiremos a configurar el cambio en el mundo para Alemania. El acuerdo de coalición es una señal de nuevos comienzos y una poderosa señal para nuestro país". El futuro canciller ha enviado un mensaje al presidente de EE.UU., Donald Trump, y ha afirmado que "Alemania está de retorno, Alemania cumplirá los compromisos en materia de defensa y Alemania está dispuesta a reforzar su propia competitividad". "Alemania volverá a ser un socio muy fuerte dentro de la Unión Europea y haremos avanzar la UE", ha destacado.

Infraestructura, clima y defensa

El colíder de Partido Socialdemócrata (SPD) y probable futuro ministro de Finanzas (y vicecanciller), Lars Klingbeil, ha dicho que "en estas horas, estos días y en los meses que vienen se decidirá el papel que Alemania y Europa tendrán en el futuro en este redimensionado del mundo". El que hace falta ahora, según ha añadido, es un gobierno "estable", que empezará por un "histórico" paquete financiero de 500.000 millones de euros para modernizar la infraestructura y proteger el clima, y un presupuesto casi ilimitado para la defensa.

La nueva legislatura empieza llena de dificultades: retos externos como el impacto en la economía de los aranceles de EE.UU. después de dos años de recesión; y retos internos como la polarización del país, en la cual la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) es el primer partido de la oposición. Merz se ha mostrado confiado que el programa de gobierno de la coalición permitirá debilitar esta fuerza.

Economía e inmigración

El acuerdo prevé reforzar la competitividad de los precios de la economía alemana, establecer incentivos fiscales para la innovación y la inversión, y reducir los impuestos. Por ejemplo, una desgravación de las inversiones en maquinaria del 30% cada año hasta el 2027, y reducir a partir del 2028 el impuesto de sociedades en cinco pasos desde el 15% hasta el 10%. Además, se prevé excluir de los impuestos las horas extra trabajadas y fomentar con 2.000 mensuales libres de impuestos el trabajo después de la jubilación, entre otras medidas.

Por otra parte, un pilar del pacto es "el nuevo rumbo en política migratoria", ya que se pondrá fin "en gran manera a la inmigración irregular". "Habrá controles en las fronteras nacionales y también denegaciones de solicitudes de asilo. Lanzaremos una ofensiva de repatriación, pondremos fin a los programas de admisión voluntaria, suspenderemos la reunificación familiar y aumentaremos significativamente el número de países de origen seguros", ha explicado Merz. En la misma línea, se cambiará la ley de ciudadanía para que la naturalización sea de cinco años y no de tres. El líder de la CSU y primer ministro de Baviera, Markus Söder, ha señalado que Alemania volverá a antes de 2015, cuando Angela Merkel abrió las puertas del país a más de un millón de refugiados.

Seguridad y modernización del Estado

Otros aspectos del acuerdo incluyen la seguridad exterior y la creación por primera vez de un Consejo de Seguridad Nacional, así como un gabinete de crisis. También se introducirá el servicio militar voluntario, como a Suecia. Finalmente, conservadores y socialdemócratas quieren modernizar el Estado: se creará un Ministerio de Digitalización y se reducirá el tamaño de la administración federal en un 8% —un 2% anual.

La CDU asumirá siete ministerios, entre los cuales Economía y Energía, Asuntos Exteriores, Educación, Transporte y Digitalización, además del Ministerio de la Cancillería. El SPD también tendrá siete, entre los cuales los de Finanzas, Justicia, Trabajo, Medio ambiente, Cooperación Económica y Desarrollo, y Vivienda, mientras que la CSU tendrá tres: Interior, Investigación, Tecnología y Espacio, y Alimentación y Agricultura. Se espera que la votación de Merz como canciller se produzca a principios de mayo, como muy pronto.