Los líderes árabes aprobaron este martes un plan de reconstrucción presentado por Egipto, que cuenta con el apoyo de la Liga Árabe, y que pretende ser una alternativa al que quiere llevar a cabo Donald Trump para tomar el "control de Gaza", expulsar a más de dos millones de palestinos y convertir la Franja en la Riviera de Oriente Medio. "El plan egipcio es ahora un plan árabe", anunció el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, al final de una cumbre de emergencia que tuvo lugar en El Cairo, la capital egipcia. Un plan de reconstrucción de 53.000 millones de dólares presentado en un documento de 91 páginas, que incluye imágenes de barrios arborizados y grandes edificios públicos de estilo árabe y que propone un nuevo carácter urbano para la arquitectura de posguerra de Gaza, en contraposición al resort que quiere construir Trump, inspirado en un proyecto futurista de Israel, Gaza 2035.

Inversión, reconstrucción y futuro de la población

Son muchas las diferencias entre la visión de la futura Gaza que tienen los países árabes y la que tienen Israel y Estados Unidos, desde todos los puntos de vista. De entrada, el del destino que debe tener la población de la Franja. El plan árabe propone una inversión de 53.000 millones de dólares para reconstruir Gaza en un plazo de cinco años, y rechaza cualquier forma de desplazamiento forzoso de los gazatíes, reafirmando su derecho a vivir en su tierra. La propuesta de Trump quiere transformar la Franja en una Riviera del Oriente Medio bajo control estadounidense, que es básicamente un plan de explotación con intereses inmobiliarios que parte de la expulsión de los palestinos y su reubicación en otros países árabes, principalmente Egipto y Jordania, idea que ha sido rechazada por estos dos países, así como por Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Arabia Saudí, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe. Los gobiernos de estos países no están dispuestos a aceptar "una nueva Nakba", en alusión al desplazamiento forzoso de los palestinos en 1948, con la creación del Estado de Israel.

La inspiración, un olivo

El portal Middle East Eye ha tenido acceso al documento de 91 páginas elaborado por Egipto, que tiene como lema "Arraigada como un olivo, firme y eterna" y que se inspira en este árbol. "El olivo no es solo una planta; simboliza la resiliencia y el legado de la cultura palestina. Con raíces que se hunden profundamente en la tierra, se agarra con firmeza pese a las dificultades, lo que refleja la fuerza de la identidad palestina y su profunda conexión con la tierra," se lee en el documento del plan.

Herencia palestina

Desde el punto de vista urbanístico y arquitectónico, nada tiene que ver un plan con el otro. Trump quiere una Gaza futurista con rascacielos hipermodernos, altos y delgados, viviendas de lujo, centros empresariales, jardines perfectamente cuidados, trenes de alta velocidad, campos de cultivo que se extienden hasta la playa, con islas artificiales, y zonas de libre comercio. Una Gaza sin ningún respeto por su herencia ni su cultura. El plan egipcio, por el contrario, combina la herencia palestina con la tecnología y los diseños modernos. Así, los elementos de diseño arquitectónico incluyen el uso de la piedra de Jerusalén, un tipo de piedra calcárea utilizada en la construcción de esta ciudad y sus alrededores. Los edificios también incorporan los arcos apuntados, una característica arquitectónica distintiva en Palestina, utilizada en mezquitas e iglesias, junto con las cúpulas y las bóvedas.

Selección de monumentos arquitectónicos palestinos que sirven de inspiración
Un edificio gubernamental incluido en el plan egipcio sobre Gaza

Los edificios residenciales, según el plan, también están inspirados en la herencia islámica, pero incorporan diseños modernos para garantizar la "comodidad y la sostenibilidad", y también estrategias de planificación que pretenden "promover la interacción social y la identidad cultural", reza el documento del plan. Igualmente, los edificios del sector servicios también incorporan elementos modernos y tradicionales. "El uso de piedra calcárea y el hormigón blanco refleja el estilo arquitectónico árabe local y al mismo tiempo reduce la absorción de calor y mejora la eficiencia energética dentro de los edificios", afirma el plan. "Los arcos repetidos en ventanas y fachadas crean una estética islámica distintiva a la vez que permiten una iluminación natural eficiente, reduciendo la necesidad de iluminación artificial durante el día", añade el documento. Sin embargo, los edificios gubernamentales también están "diseñados para reflejar un entorno de trabajo moderno y sostenible, que se alinea con los estándares de arquitectura inteligente y la integración ambiental".

Recreación de un conjunto de edificios residenciales

El plan también prevé diseños "sostenibles" para zonas industriales y agrícolas y también incluye la construcción de viviendas temporales para aproximadamente 1,5 millones de desplazados palestinos; unas viviendas que se construirían con contenedores marítimos que albergarían a unas seis personas cada uno.

Viviendas temporales para desplazados

Gobernanza y enfoque político

Otra de las significativas diferencias entre un plan y el otro está en quién y cómo se gobernaría la Franja de Gaza. El plan árabe propone la creación de un Comité Administrativo de Gaza para el Periodo de Transición, formado por tecnócratas palestinos independientes. Los planes iniciales de Israel establecían que los países árabes del eje moderado, como Arabia Saudí y Egipto, participaran en la gestión real de la Franja en los próximos años, hasta que se pudiera establecer un gobierno palestino moderado, que debería salir de la transformación de la Autoridad Palestina, con una renovación total para acabar con el nepotismo y la corrupción, dos de los males endémicos que persiguen al gobierno del presidente Mahmud Abás. Pero el plan de Trump establece que, de entrada, Estados Unidos asumiría el control del territorio con el objetivo de liderar la reconstrucción y convertir Gaza en el destino turístico que anhela el presidente estadounidense, y también excluye cualquier papel para Hamás o la Autoridad Palestina en la gobernanza del futuro territorio.