El presidente de la cámara baja del Canadá, Anthony Rota, ha dimitido por el homenaje a un nazi ucraniano. Se trata de Yaroslav Hunka, que combatió con la Alemania nacionalsocialista durante la Segunda Guerra Mundial y que fue homenajeado la semana pasada en la Cámara de los Comunes. El combatiente ucraniano fue ovacionado, tal como se ve en las imágenes que se han viralizado en las redes sociales en los últimos días. El abogado escocés Aamer Anwar es una de las personas que ha compartido el vídeo:
"Con gran pesar informo a los diputados de mi dimisión como presidente de la Cámara de los Comunes", ha afirmado Rota en una intervención —en la cual también ha asegurado haber ejercido sus funciones de la mejor manera que ha podido. Y ha añadido: "El trabajo en esta cámara está por encima de todos nosotros, y por eso tengo que dimitir". La renuncia entrará en vigor a última hora del miércoles, con el objetivo de dar tiempo para preparar la elección de su sucesor. Hasta entonces, serán los vicepresidentes de la cámara los encargados de supervisar las sesiones y debates.
Las críticas por el homenaje a Hunka
La dimisión de Rota se produce después de haber recibido críticas por parte de todas las formaciones parlamentarias, así como de miembros del gobierno —como la ministra de Exteriores, Mélanie Joly; o el mismo presidente, Justin Trudeau. Fue el viernes pasado cuando el Parlamento canadiense homenajeó Hunka, con motivo de la visita de Volodímir Zelenski. El hombre, de 97 años, formó parte de la 14.ª División de Granaderos Waffen SS (conocida como Galitzia) durante la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de una unidad voluntaria que estaba bajo el mando del cuerpo de combate de élite de las Schutzstaffel y que tenía como objetivo luchar contra la Unión Soviética.
La polémica provocó que el presidente de la cámara baja saliera a pedir disculpas, a retractarse de los elogios a Hunka y a sacar responsabilidad a cualquier otro miembro del Parlamento. Pero las críticas no fueron solo a escala nacional: desde Polonia han anunciado la puesta en marcha de los trámites para extraditar al hombre y determinar si cometió crímenes tanto contra la nación polaca como contra los polacos de origen judío. Además, Rusia ha aprovechado la ocasión para criticar a Rota y a las autoridades canadienses —a quienes acusan de connivencia con el nazismo.