El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ha anunciado su dimisión este lunes adelantándose así a un plan de destitución presentado por los partidos de la oposición de extrema derecha. Pone fin a su mandato antes de las elecciones presidenciales, previstas para el mes de mayo. Iohannis ha afirmado que presentaba su renuncia para ahorrarle al país la crisis que se podría desencadenar en caso de que el parlamento votara, como se esperaba, a favor de su destitución. A través de un comunicado, el presidente anunció "para evitarle esta crisis a Rumanía y a sus ciudadanos, renuncio al cargo de presidente de Rumanía. Dejaré el cargo pasado mañana, 12 de febrero".

El anuncio de dimisión del presidente rumano coincide con la aprobación de una tercera solicitud para debatir en el parlamento la decisión de destituirlo. Los intentos de la oposición para llevar la cuestión al parlamento han sido rechazados en dos ocasiones por razones de procedimiento. Sin embargo, esta vez varios partidos nacionalistas y euroescépticos habían logrado reunir las firmas necesarias para iniciar el proceso. Las nuevas elecciones presidenciales están previstas para el 4 de mayo, para la primera vuelta. Mientras tanto, se prevé que el cargo de presidente de la República y del estratégico Consejo Nacional de Defensa sea ocupado por el presidente del parlamento. "Me voy para evitar que Rumanía sea el hazmerreír del mundo", ha dicho Iohannis en su comunicado, puesto que ha defendido que la votación parlamentaria "es una medida inútil" considerando que en cuestión de tres meses tiene que dejar la presidencia de todos modos. Iohannis ha argumentado que esta votación incrementará la división interna en Rumanía y empeoraría la imagen del país en el extranjero. "Nadie entendería que se destituya a un presidente antes de unas elecciones presidenciales", ha explicado.

Injerencia rusa en las elecciones

El pasado mes de diciembre el Tribunal Constitucional de Rumanía anuló la primera votación de las elecciones presidenciales del 24 de noviembre, que daba la victoria al prorruso Calin Georgescu, por sospechas de injerencia rusa en la campaña electoral.

El mandato de Iohannis acabó oficialmente el 21 de diciembre, pero el Tribunal Constitucional de Rumanía le pidió permanecer en el cargo hasta la elección de su sucesor, después de que el propio tribunal anulara la primera votación. Según la justicia rumana, una red de 25.000 cuentas de TikTok y grupos de Telegram coordinados desde 2022 amplificaron la presencia de Georgescu, con el apoyo de un millón de euros en financiación externa, pagos a influencers y técnicas avanzadas para evadir la detección de bots. Otro informe indicó que se habían registrado 85.000 ciberataques contra Rumanía atribuidos a Rusia, con el objetivo de dividir a la sociedad y promover narrativas antioccidentales.