La visita del vicepresidente JD Vance a Groenlandia ha dejado un rastro de inquietud en la isla ártica y en el país del cual depende territorialmente, Dinamarca. Si bien el segundo cargo más importante de los Estados Unidos ha descartado la utilización de la fuerza para cumplir los objetivos de anexión, sí que ha dejado claro que no cederán en su pretensión de que los groenlandeses acaben escogiendo a los norteamericanos como socios, argumentando que solo los EE.UU. pueden garantizar tanto su soberanía como su seguridad, especialmente ante las amenazas de Rusia y China en el Ártico. Vance también criticó duramente a Dinamarca por no haber hecho "un buen trabajo" en la protección de Groenlandia, acusándola de olvidar tanto la seguridad como las necesidades del pueblo groenlandés. El ministro danés de exteriores, Lars Løkke Rasmussen, ha criticado el tono de Vance -"así no se habla con un aliado próximo", ha dicho-, pero se ha mostrado abierto a negociar una mayor presencia militar de los Estados Unidos en la isla, siempre que se respete el acuerdo actual pactado en 1951. "(El acuerdo) Ofrece una amplia oportunidad para que los Estados Unidos tengan una presencia militar mucho más fuerte en Groenlandia. Si eso es lo que desea, hablemos", ha declarado.
El acuerdo de defensa de 1951
El Gobierno de Dinamarca coincide con los Estados Unidos que el statu quo actual sobre Groenlandia "no puede seguir así" vista la tensión desencadenada desde el estallido de la guerra de Ucrania, pero también es de la opinión que los términos del acuerdo pactado en 1951 siguen concediendo el margen de maniobra suficiente para resolver la crisis diplomática abierta entre Washington y Copenhague. Rasmussen se refiere al acuerdo de defensa de los Estados Unidos y Dinamarca de 1951, conocido como el Acuerdo de Defensa de Groenlandia, que estableció las bases para la cooperación militar en la isla, que en aquellos tiempos era una colonia danesa. Según este acuerdo, los Estados Unidos tienen derecho a mantener sus bases militares en Groenlandia y establecer nuevas bases o "zonas de defensa" si la OTAN lo considera necesario. Rasmussen ha recordado en su mensaje publicado en la red X que los Estados Unidos llegaron a disponer de 17 bases e instalaciones en Groenlandia en 1945. El acuerdo incluía libertad de movimiento dentro de estas áreas para las fuerzas norteamericanas. Aunque permite una amplia presencia militar estadounidense, el acuerdo estipula que esta no puede infringir la soberanía danesa sobre Groenlandia.
"So spricht man nicht mit engen Verbündeten": Dänischer Außenminster Lars Lokke Rasmussen kritisiert J.D. Vance nach dessen Grönland-Besuch https://t.co/KBgyvbFRWs
— stern (@sternde) March 29, 2025
"Podemos hacer mucho más"
"Podemos hacer mucho más, mucho más, dentro del marco actual. Aprovechémoslo y hagámoslo juntos", ha añadido el ministro de Exteriores que, no obstante, ha rebatido las declaraciones de Vance en las que acusa Dinamarca de haber actuado con permisividad sobre la seguridad de la isla. "Eso es porque todos coincidimos que el Ártico", respondió Rasmussen, "tenía que ser una zona de baja tensión, pero es verdad que este momento se ha acabado: el 'statu quo' no es una opción". Rasmussen ha recordado recientes inversiones multimillonarias de seguridad al territorio y que Groenlandia es parte de la OTAN y está cubierta por las "garantías de seguridad" que ofrece la Alianza Atlántica".
Dear American friends.
— Lars Løkke Rasmussen (@larsloekke) March 28, 2025
We agree that status quo in the Artcic is not an option.
So let's talk about how we can fix it - together.
Lars Løkke Rasmussen
Danish Foreign Minister pic.twitter.com/vQrcUP7cwi
"Por la seguridad del mundo"
Trump no ha dejado de insistir en que los Estados Unidos necesitan tomar el control de Groenlandia, una isla estratégicamente situada, por su seguridad, y también por la seguridad del mundo. "Creo que llegaremos tan lejos como tengamos que llegar. Necesitamos Groenlandia y el mundo necesita que tengamos Groenlandia, incluida Dinamarca," dijo el magnate este miércoles, que insistió en que la capital del territorio autónomo danés, Nuuk, está más cerca de Nueva York que de Copenhague. Pero las ambiciones de los Estados Unidos chocan tanto con el sentimiento histórico de pertenencia que Groenlandia genera en parte de la población danesa y con los intereses independentistas de parte de la población de la isla. Pero los Estados Unidos, como soltó Vance, confían en que los groenlandeses acaben independizándose de Dinamarca, a través de un referéndum de autodeterminación, y después poder convencerlos de que lo mejor para el país es convertirse en un estado asociado de los Estados Unidos.