Donald Trump no podrá volver a presentarse a la reelección como presidente de los Estados Unidos, y por eso, la figura del vicepresidente puede ser mucho más relevante en este mandato. JD Vance, de 40 años, es el vicepresidente más joven de la historia de los Estados Unidos, junto con John C. Breckinridge y Ricard Nixon, y su figura esconde toda una serie de curiosidades, y una transformación política de la cual se ha escrito mucho, en la que pasó de ser un crítico acérrimo de Donald Trump a convertirse en su mejor aliado político. Nacido como James Donald Bowman, fue adoptado por su padrastro, Robert Hamel, cuando tenía seis años, cambiando su nombre al de James David Hamel. Pero cuando se casó con Usha Chilukuri, en 2014, los dos decidieron adoptar el apellido Vance, que provenía de los abuelos maternos del vicepresidente. Y es que la figura de la segunda dama de los Estados Unidos, hija de inmigrantes hindúes, ha emergido con la fuerza de quien puede convertirse en la futura primera dama, la primera de ascendencia y religión hindú en la historia de los Estados Unidos, porque JD Vance es visto por muchos como un posible heredero del movimiento Make America Great Again (MAGA) de Trump y un potencial candidato presidencial republicano para las elecciones del 2028.

Gran influencia sobre su marido

Usha Vance no es solo una mujer de..., en contraste con qué puede parecer que representa la figura de Melania Trump, la esposa del nuevo presidente norteamericano, de origen esloveno, que cuando era joven abandonó sus estudios universitarios para dedicarse a su carrera como modelo. La influencia de Usha en la trayectoria tanto personal como política del nuevo vicepresidente norteamericano es un rasgo que se está destacando especialmente de su perfil, y que incluso ha llegado a las páginas rosas de los medios por la curiosa historia de amor que unió sus vidas. También por el discreto encanto y belleza exótica que destila esta mujer estilizada, de piel morena, pelo y ojos negros, pero que puede presumir de un cerebro privilegiado y un nivel intelectual preeminente. En algunos de los perfiles que estos días han salido en los Estados Unidos también se la ha descrito como cerebral, ambiciosa y pragmática.

Universitaria brillante

Nacida el 6 de enero de 1986 en San Diego (California), Usha Chilukuri es hija de inmigrantes hindúes, pero inmigrantes científicos e intelectuales brillantes, un padre ingeniero mecánico y una madre bióloga nuclear. Usha se licenció con honores en Historia en la Universidad Yale y continuó su formación en la Universidad de Cambridge, donde fue beneficiaria de la Beca Gates Cambridge, y completó un máster en Historia Moderna. Posteriormente, regresó a Yale para estudiar derecho, un paso que definiría tanto su carrera profesional como su vida personal, porque conoció a su futuro marido y fue editora ejecutiva del Yale Law Journal.

A partir de aquel momento se convirtió en una figura clave en el ascenso político y en la evolución personal del vicepresidente, actuando como su consejera, ayudándolo a controlar sus emociones y a poner en orden sus pensamientos. De hecho, algunas fuentes aseguran que Usha fue quien ayudó a JD Vance a argumentar sus pensamientos sobre la decadencia social de la América rural blanca, que inspiró sus memorias, Hillbily Elegy, que se convirtieron en un best-seller.

La sensación de la ceremonia de investidura

El gran público norteamericano descubrió y quedó fascinado con Usha durante la toma de posesión de los cargos del nuevo presidente y vicepresidente, el pasado lunes, donde destacó el estilismo y elegancia de esta mujer singular que exhibió un look que algunos compararon con Audrey Hepburn o Grace Kelly. La segunda dama del país lució un vestido rosa brillante deO scar de la Renta y un sencillo, pero sofisticado abrigo de cachemir del mismo color, acompañado de unas botas beige de Manolo Blahnik. Pero se ganó la simpatía de los norteamericanos porque nunca dejó de sonreír y de mirar a su marido con cara de orgullosa enamorada.

Horas después, en el baile inaugural de la presidencia Trump, deslumbró con un vestido de gala azul royal de Reem Acra, confeccionado en gasa semitransparente, bordado con paillettes y lentejuelas, con falso escote palabra de honor, que tiene un precio estimado de 10.000 dólares y que actualmente está agotado. Unos días antes, el 18 de enero, Usha Vance ya impactó en la cena del vicepresidente, un evento organizado por el Comité Inaugural Trump-Vance en la Galería Nacional de Arte de Washington, donde lució un vestido negro de terciopelo también. Oscar de la Renta, con detalles florales asimétricos y un escote en forma de corazón, y un peinado recogido y pendientes de perlas.

"Una anomalía genética"

JD y Usha se conocieron en el 2010 mientras estudiaban en la facultad de Derecho de Yale, y específicamente, se encontraron por primera vez durante un grupo de debate sobre "el declive social de la América blanca". JD Vance ha reconocido que se enamoró perdidamente de Usha hasta el punto que en su best-seller de memorias, Hillbilly Elegy, publicado en el 2016, confiesa que "violó todas las reglas de las citas modernas" porque le confesó que estaba enamorado justo después de la primera cita. Vance califica a la mujer que se convirtió en su mujer como "una anomalía genética" por sus múltiples cualidades excepcionales, y la describe como su "guía espiritual". El orgulloso marido también ha dicho de ella que "posee una combinación de todas las cualidades positivas que un ser humano puede tener: brillante, trabajadora, alta y bella".

Usha y JD se casaron en el 2014 y la pareja tiene tres hijos, Ewan (7 años), Vivek (4) y la pequeña Mirabel (3) que, en brazos de su madre, también fue centro de atención durante la ceremonia de investidura porque no dejó de chuparse el dedo mientras su padre juraba el cargo, y por llevar unas tiritas de colores en tres de sus dedos, con diseños de la perrita Bluey y Scooby-Doo.

Pasado demócrata

Lo que también se ha destacado de la segunda dama es su evolución en las ideas políticas que ha experimentado a lo largo de su vida. Usha estuvo registrada como demócrata antes de la carrera política de su marido y también ha trascendido, a través de sus amigos, que compartió en privado su preocupación por los disturbios del Capitolio y estaba indignada por la incitación de Trump al motín. Pero desde que JD Vance se unió a la fórmula Trump, la segunda dama se alineó con el partido republicano y se la pudo ver acompañando a su esposo en la Convención Nacional Republicana dando apoyo a la pareja de candidatos. Aunque es lo que le toca como mujer del segundo cargo más importante del país, Usha ha tenido intervenciones públicas en las cuales ha destacado como las diferencias pueden unir, citando como ejemplo su propio matrimonio como ejemplo de la diversidad que se da al país. Y también ha expresado públicamente la importancia de dar a sus hijos una vida estable y normal a pesar del cargo que ahora ostenta su marido.