Pelea y desafío entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. El motivo es básicamente qué pasará el "día después" de la guerra en Gaza, diciendo que no permitiría ninguna solución donde el gobierno civil o militar israelí estuviera en el territorio. Los comentarios de Gallant, inmediatamente apoyados por su colega ministro Benny Gantz, han hundido a los líderes de Israel en una disputa muy pública, en medio del conflicto de Gaza, generando especulaciones inmediatas sobre su futuro al gobierno israelí y sobre la frágil coalición de Netanyahu.

En comentarios intransigentes, Gallant –que fue despedido el año pasado por Netanyahu desencadenó protestas masivas, una crisis política y un eventual retroceso por parte del primer ministro– exigió públicamente que Netanyahu describiera planes para un "plan del día siguiente" para Gaza. Los comentarios de Gallant provocaron una disputa política inmediata, y Netanyahu respondió rápidamente con una declaración grabada en vídeo y un llamamiento del ministro de seguridad nacional de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, para que Gallant fuera sustituido.

Gallant critica la falta de planificación

Gallant ha sido apoyado, sin embargo, por su colega ministro Benny Gantz, exjefe de personal de las Fuerzas de Defensa de Israel, que dijo que Gallant había dicho la "verdad". En una conferencia de prensa miércoles por la tarde en Tel-Aviv, Gallant afirmó que había pedido que se encontrara un órgano de gobierno alternativo en Hamás, pero no recibió respuesta. En su intervención, Gallant criticó la falta de planificación política para el "día después", destaca el The Guardian.

Los comentarios de Gallant se producen después de meses de tensión entre los dos hombres y de informes recientes a los medios hebreos que altos oficiales de las FDI estaban preocupados de que la falta de una alternativa a Hamás estuviera obligando las FDI a volver y luchar en áreas donde, según afirmaban, Hamás ya había sido derrotado, incluyendo el norte de Gaza, que ha sido escenario de intensos combates esta semana.

"Ya el 7 de octubre, el establishment militar dijo que había que trabajar para encontrar una alternativa a Hamás", ha dicho Gallant, añadiendo que "el fin de la campaña militar es una decisión política. Al día siguiente de Hamás solo lo conseguirán actores que reemplacen Hamás. Este es sobre todo un interés israelí". Gallant ha dicho que la planificación militar "no se ha planteado para discusión y, peor todavía, no se presentó ninguna alternativa en su lugar. Un régimen militar civil en Gaza es una alternativa mala y peligrosa para el Estado de Israel". En este sentido, ha destacado: "No aceptaré el establecimiento de un gobierno militar en Gaza", y ha añadido que "un régimen civil-militar en Gaza se convertirá en el principal esfuerzo y se producirá a costa de otros ámbitos. Lo pagaremos con sangre y víctimas, y tendrá un alto coste económico".

Los comentarios de Gallant han parecido ser la culminación de la frustración creciente con Netanyahu entre los líderes militares de Israel. El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, insistió el miércoles en que el grupo participará en la decisión del gobierno de posguerra en Gaza junto con otras facciones palestinas. Netanyahu será muy consciente de los enormes riesgos políticos de despedir Gallant por segunda vez después de su anterior retirada forzada, tal como señala el mismo periódico británico.