Los papeles clasificados de Estados Unidos y de la OTAN que se han filtrado los últimos días han dejado en evidencia la confianza de Washington en las estrategias ofensivas de Ucrania. Las tropas del grupo Wagner conquistaron la localidad de Krasna Hora a mediados de febrero y solo un mes después entraron en la acería de Azom, esta ofensiva no gustó y en medios como The Washington Post, Wall Street Journal o el New York Times publicaron reportajes y artículos de opinión que definían la situación en Bajmut como dramática, y consideraban un error gravísimo la decisión del alto mando ucraniano de mantenerse en el territorio en lugar de retroceder. Ahora, estos documentos apuntan a que alguien del Pentágono estaba ciertamente enfadado con estas decisiones. Así pues, las filtraciones de los documentos secretos de la defensa estadounidense confirman que excepto el apoyo público del general Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, en Arlington estaban en contra de las decisiones de Zelenski, Zaluzhnyi y Sirskii.

Fachada del Pentágono a Virgínia en los Estados Unidos / EFE

Situación imposible en Bakhmut

La información filtrada a través de las redes sociales, cuya autenticidad no está confirmada, revela que durante el mes de febrero los Estados Unidos consideraban imposible la defensa de Bajmut, y suponía una pérdida de tiempo y de efectivos. Además, EE. UU. opinaban que el riesgo de esta lucha era enorme y que, entorpecía una posible contraofensiva posterior, ya que, suponía malgastar munición y vidas humanas en una lucha en la cual no tienen salida. Con todo, en estos documentos se destapan que son múltiples las fuentes que apuntan a una enorme contrariedad del Pentágono ante una contraofensiva ucraniana pensada para esta primavera-verano.

Joe Biden y Volodímir Zelenski en un encuentro en Kyiv / Europa Press

En estos documentos filtrados tanto EE. UU. como Ucrania quedan en mal lugar, una situación muy favorable para el Kremlin, que hace sospechar que se podría tratar de una filtración interesada o un ciberataque, según apunta El Español. Y es que no solo el ejército ucraniano estaría en una situación límite, sino que la inteligencia estadounidense se habría dedicado a espiar a sus aliados, como la misma Ucrania, Corea del Sur e Israel. A pesar de las informaciones, es una evidencia que el ejército ruso no acaba de hacerse con Bakhmut, a pesar de haber destruido por completo el hogar de 75.000 personas antes del inicio de la guerra. La carretera que une la parte este de la ciudad con el centro neurálgico de Chasiv Yar continúa abierta, aunque en medio de intensos bombardeos.

Respuesta contundente de Estados Unidos

La respuesta de Estados Unidos a la filtración de los documentos no se ha hecho esperar. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, prometió este martes que su país se toma "muy de verdad" la investigación sobre los documentos secretos del Pentágono filtrados en redes sociales que han inquietado a algunos países aliados. "No puedo decir mucho por qué el Departamento de Justicia lo está investigando, pero nos tomamos este tema muy de verdad", declaró el jefe del Pentágono en una rueda de prensa. Austin afirmó además que Washington seguirá trabajando "de cerca" con sus aliados y socios, y advirtió que "nada" podrá evitar que el gobierno de Joe Biden "garantice la seguridad de los Estados Unidos". Las revelaciones habrían generado a más suspicacias entre los aliados de los Estados Unidos sobre las capacidades de Washington para guardar información confidencial. El secretario de Defensa, quien supo de la filtración el 6 de abril, dijo que desconoce si hay otros documentos que lleven en internet más tiempo que los encontrados hasta ahora, pero prometió que la investigación seguirá hasta "determinar todo el alcance" de la filtración.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin / Europa Press