El expresidente de los Estados Unidos Donald Trump sigue protagonizando portadas a raíz del registro del FBI en su mansión de Mar-a-Lago, Florida. Desde negar tener información confidencial, a afirmar que lo hubiera entregado si se lo hubieran pedido, hasta atizar a sus seguidores contra las autoridades, el expresidente ha hecho mucho ruido en torno a la investigación policía que se cae sobre él. El último capítulo de esta historia incluye al expresidente estadounidense acusando al FBI de "robar" sus pasaportes. Todo impediría al exmandatario abandonar el país.
"¡Vaya! En los registros del FBI en Mar-a-Lago, me robaron mis tres pasaportes (uno caducado), junto con el resto de cosas", ha escrito Trump en su red social Truth Social, plataforma que fundó después de ser expulsado de las grandes redes sociales mainstream para promover el discurso de odio en torno al asalto al Capitolio de sus seguidores. El exmandatario también ha añadido: "Eso es un asalto a un oponente político de un nivel nunca visto en nuestro país. Tercer mundo"!.
El registro en Mar-a-Lago
El pasado 9 de agosto, un grupo de agentes registraron la mansión de Florida de Trump en busca de documentos confidenciales que el expresidente se habría llevado en contra de los protocolos y las leyes. Trump está investigado por la posible comisión de tres delitos: violación de la Ley de Espionaje, obstrucción de la Justicia y destrucción de documentos, que, en caso de condena, podrían comportar desde multas hasta penas de prisión e inhabilitación para ocupar cargos políticos, según recoge Efe
Entre la documentación requisada figuran 26 cajas y varias carpetas de documentos y fotos con las etiquetas de "alto secreto" o "confidencial, uno bajo el título "presidente de Francia" y otro sobre la petición de indulto de Roger Stone, confidente de Trump. La orden de registro y el inventario ya no están bajo secreto de sumario y se han hecho públicos, pero desde el bando republicano crece la presión tanto para que se difunda qué presunta "amenaza nacional" propició el registro y se aferran al hecho que no se haya dado a conocer para justificar un complot contra Trump.
La reacción del expresidente estadounidense ha estado entre beligerante y victimista. El mismo día del cacheo ya publicó un comunicado donde afirmaba que nunca ningún otro expresidente había estado más asediado por la justicia que él. "Estos son tiempos oscuros para nuestra nación, mientras mi bella casa de Mar-a-Lago, en Palm Beach, está siendo asediada, asaltada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI", aseguraba en su comunicado.