Donald Trump se convertirá en diez días en el primer presidente criminal de los Estados Unidos. El juez Juan Merchan de Manhattan, en un tribunal de Nueva York, ha dictado sentencia contra el presidente electo de los Estados Unidos, que llega ocho meses después de que el jurado popular declarara al expresidente culpable de treinta y cuatro cargos penales por falsificar documentos por ocultar pagos para silenciar durante la campaña del 2016 a la estrella de la pornografía Stormy Daniels sobre una supuesta relación sexual entre los dos.
Sin embargo, el líder del Partido Republicano ha recibido la exención incondicional por parte del juez, que no incluye ningún castigo de prisión o económico para Donald Trump. Como ya es firme, eso abre la puerta a Trump para que ponga en marcha un proceso de apelación, en el cual pueda acabar exonerado.
El presidente electo ha comparecido de forma virtual desde su mansión de Mar-a-Lago en Florida. En su declaración final, Trump ha declarado que todo este caso ha supuesto un "paso atrás" para Nueva York y su sistema judicial y ha acusado de ser una "caza de brujas política". Con todo, el juez ha querido remarcar, antes de leer la sentencia, que Trump ha sido beneficiado de las protecciones legales que lo acompañan como presidente de los Estados Unidos, un factor clave que ha condicionado a sus deliberaciones. "Los ciudadanos normales y corrientes no reciben esta clase de protección. La ciudadanía de esta nación ha decidido recientemente que usted pueda beneficiarse", ha dicho el juez.
En mayo de 2024, un jurado declaró culpable a Trump de 34 delitos de falsificación de registros comerciales para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels antes de las elecciones de noviembre del 2016, que ganó, y evitó que saliera a la luz durante la campaña una supuesta aventura extramarital. Los abogados de Trump han intentado por todos los medios que se desestime el caso, al cual Trump se ha referido como una "caza de brujas" y en el cual ha acusado al juez y la Fiscalía de ejecutar una persecución política contra él e incluso de interferencia electoral.
Uno de los argumentos más repetidos en sus diferentes recursos ante cortes estatales o federales e incluso delante el Supremo es que Trump estaba cubierto por la inmunidad presidencial como "presidente electo" aunque no haya estado todavía investido en la fecha de la decisión, pero todos estos recursos de centenares de páginas han sido desestimados uno detrás del otro. El último cartucho del equipo legal de Trump era el Tribunal Supremo, que ayer decidió in extremis y por una escasa mayoría de 5 a 4 jueces (incluidos dos republicanos supuestamente proclives a Trump) que la sentencia tenía que continuar adelante.